Hawaii, los republicanos y el liderato de Puerto Rico

Hawaii, los republicanos y el liderato de Puerto Rico

Mientras el Juez Watson trabajaba en su despacho en el mes de enero de este año, comenzaba el proceso de selección de los miembros del gabinete del Presidente Trump.

 Desde que pasó a ser presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha suscrito dos órdenes ejecutivas para limitar el acceso a los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) de personas de ciertos países en los que la mayoría de la población es  musulmana. La primera orden ejecutiva fue declarada inconstitucional por un Tribunal de Distrito Federal del estado de Washington y posteriormente confirmada por el Tribunal Federal de Apelaciones  del Noveno Circuito el 9 de febrero de 2017 (Caso de State of Washington v. Trump Civil número 17 – 35105). Más adelante sus asesores redactaron una nueva orden ejecutiva cuyo texto se suponía que más o menos cumpliera con lo resuelto  por dichos tribunales.   Pero el 29 de marzo  de 2017 el Juez del Tribunal de Distrito Federal de Hawaii, Derrick Kahala Watson, ante una demanda instada por el Secretario de Justicia de Hawaii,  declaró la nueva orden ejecutiva también inconstitucional. De acuerdo al Juez los redactores de la nueva orden ejecutiva tampoco   cumplieron con la Constitución de los EUA por lo cual el Juez la declaró ilegal.  Busquen su foto en el internet para ver cuán rubio y de ojos azules él es.

Ese Juez nació en Hawaii en el año 1966 y estudió su bachillerato en la Universidad de Harvard y también estudió derecho en esa universidad. En la escuela de leyes fue compañero de clase del ex Presidente Barack Obama, que de pasó nació también en Hawaii, y del recién nombrado Juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos Neil Gorsuch.    Tomen nota además del hecho de que su segundo nombre es Kahala y no John, James, Peter, Richard o Donald. De paso, kahala es el nombre de un pez que vive en las costas de Hawaii y que también sirve de nombre para algunos lugares en Hawaii.

Mientras el Juez Watson trabajaba en su despacho en el mes de enero de este año, comenzaba el proceso de selección de los miembros del gabinete del Presidente Trump. Uno de los nombramientos correspondía al de la persona que habría de dirigir el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Trump seleccionó para dicho cargo a un senador en el Congreso por el estado de Alabama y nacido en ese estado en la Noche Buena del 1946. Es miembro del Partido Republicano, y endosó a Trump a lo largo de su campaña primarista y de la campaña presidencial en el año 2016. Su nombre es Jefferson Beauregard   Sessions III, mejor conocido como Jeff Sessions.  Tomó posesión de su cargo el día 9 de febrero de 2017 después de que el Senado dominado por los republicanos lo endosara. Noten como al  final de su nombre tiene tres palitos, al igual que el Presidente de la Junta de Control Fiscal de Puerto Rico nombrada de conformidad de la Ley PROMESA, José B. Carrión III.

El 13 de abril de 2017, el Subsecretario interino del Departamento de Justicia, Dana Boente, le escribió al Gobernador de Puerto Rico la tan esperada carta por el liderato del PNP en Puerto Rico en respuesta a lo provisto por la Ley de la Descolonización Inmediata de Puerto Rico aprobada en enero del 2017. Esa ley disponía que antes del 17 de abril de 2017 el Secretario de Justicia se tenía que expresar en torno a las fórmulas por las que los puertorriqueños tendrían que votar el 11de junio de 2017 en el plebiscito convocado bajo dicha ley. La carta no fue del agrado del liderato del PNP que aunque indignado por la imposición de la fórmula territorial por la carta en la papeleta de la consulta del 11 de junio, llamada por ellos y el independentismo como colonial,  pocas horas después estuvo en disposición de aceptar procediendo a enmendar la legislación. Así lo hicieron  durante esta pasada semana. De la carta del Sr. Boente quedó claramente establecido que  1) El ELA no existe salvo en la mente de Rafael Hernández Colón y sus descendientes y algunas figuras de la corte real del PPD que necesitan de ese fetiche para justificar sus experiencias de vida, haciéndose pasar por boricuas.  Puerto Rico es un territorio bajo el control de un  imperio. No hubo pacto alguno en 1952, y los que todavía acogen en su corazón a Luis Muñoz Marín como un patriota, tienen que empezar a darse cuenta de que desde la gestación del ELA él sabía que era un fraude y que su fiel asistente y a quien despidió de su cargo en el gobierno, don Vicente Géigel Polanco,  tenía la razón, cuando decía y escribía que el ELA era una farsa.  Demás está decir que Muñoz lo reconoció ante el propio Congreso cuando testificó ante una de sus comisiones previo a la aprobación de la Ley 600, la Ley que creó el ELA.  Peor aun, de acuerdo a la carta de Boente, el territorio es una alternativa ante el dilema del status para el imperio que ha ordenado que tiene que formar parte de las opciones de cualquier papeleta.  Esa posición es parte de la política pública del gobierno de los EUA.  De modo que sin empacho una vez más  reconocen que son un imperio y que tienen el poder para tener colonias aunque las llamen territorios.  De paso, esa política colonial data del debate en el mismo Congreso como parte de la aprobación de la Ley Foraker en el año 1900 y fue avalada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en todos los casos relativos a nuestra condición como pueblo desde el 1900 hasta la década de 1920, los llamados Casos Insulares,  política que no ha cambiado a la luz del caso de Sánchez Valle del mes de junio del 2016;  2) De acuerdo a Boente la estadidad según definida por el PNP confunde.  No es la única alternativa que garantiza la ciudadanía de los EUA.  De hecho, en  esa parte del texto de la carta se desmienten todas las campañas del PNP a esos efectos; 3) Al incluir el territorio como alternativa se diluye el apoyo a la estadidad.  La esperanza de obtener una super mayoría se aleja y en la misma carta se le advierte al PNP que los resultados del plebiscito del 2012 además de no ser concluyentes  por una variedad de razones  que no detalla, pone  en entredicho la validez del ejercicio electoral del 2012 cuyos resultados “han sido objeto de controversias” y debate.  ¿Acaso no habrán de decir lo mismo después del 11 de junio voten quienes voten y no importa como voten, a no ser que la mayoría escogiera la independencia, cosa que no va a ocurrir?;  4) Ni la  libre asociación ni el ELA mejorado  caben dentro del arreglo constitucional norteamericano.  En otras palabras, por más que me pretendas para un arreglo político autonómico la respuesta es no.  Si quieres estar  fuera de la cláusula territorial tienes que ser independiente;  5) Aunque parece empujarnos con todas sus objeciones hacia la independencia, los independentistas que estén contentos con los golpes asestados al PNP y al PPD, no pueden estar de fiesta.  La política pública de los EUA es la del mantenimiento del territorio, la relación de colonia.  Esa es la  opción, y no olvidemos que es sin un salvavidas.  Ahora se dan golpes de pecho gritando !Boicot! !Boicot! !Boicot!.  Y después del plebiscito ¿qué va a pasar, voten quienes voten? De paso,   quien crea que la carta de Boente no cuenta con la aprobación del Secretario de Justicia Sessions cree en Santa Claus y  los Reyes Magos, como Rafael Hernández Colón.

Durante esta misma semana, ante la decisión del Juez Watson declarando inconstitucional la segunda orden ejecutiva del Presidente Trump para denegar la entrada de musulmanes a los EUA, el Secretario de Justicia Jeff Sessions emitió unas declaraciones públicas. Expresó lo siguiente y citamos: “Estoy verdaderamente sorprendido que un juez sentado  desde  una isla del Pacífico pueda emitir una orden que paralice al Presidente de los Estados Unidos de lo que claramente se desprende su poder estatutario y constitucional”. El texto en inglés fue:   “I am really amazed that a judge sitting on an island in the Pacific can issue an order that stops the president of the United States from what appears to be clearly his statutory and Constitutional power.” Los Hawaiianos están indignados con esas declaraciones y están expresando su repudio a las mismas a través de los medios de comunicación. Vean el revuelo causado por Sessions en la isla del Pacífico por el internet.  Son de claro corte racista, además del hecho de que Sessions  no ha expresado lo mismo en lo que respecta al Juez del estado de Washington que declaró inconstitucional la primera orden ejecutiva, así como también los tres jueces del Tribunal de Circuito de Apelaciones del Noveno Circuito, que confirmaron dicha determinación. Recordemos además que esas declaraciones constituyen un ataque a uno de los principios constitucionales más preciados en el derecho constitucional de los EUA y de los sistemas de gobierno democráticos, la separación de poderes. Dentro de esa separación los tribunales tienen el poder de velar porque las legislaturas y gobernantes cumplan con la constitución.

Por otro lado, si tienen dudas en torno a si por las venas de Sessions corre alguna célula racista, hagan una investigación en el internet también. No que todo lo que aparezca en ese medio de comunicación electrónico sea verdad. Pero en Google escriban “Jeff Sessions racism” y lean lo que encuentren y lleguen a sus propias conclusiones. Vean al menos la carta que la viuda del Reverendo Martin Luther King, Coretta Scott, le escribió al Senado de los Estados Unidos y su ponencia en torno al nombramiento por el Presidente de aquel entonces, Ronald Reagan, de Sessions para Juez Federal. En su ponencia ella denuncia como Sessions utilizó su poder como fiscal para perseguir a activistas que trataban de inscribir votantes negros, entre otros actos de violación a sus deberes constitucionales, de claro corte racista.  Por otro lado, un fiscal federal testificó también ante el Congreso que escuchó a Sessions decir que el Ku Klux Klan estaba bien (“was OK”) hasta que descubrió que ellos fumaban marihuana. Recordemos además  que en lo que a esa conducta respecta, Sessions tiene un cuate. Su jefe, el Presidente Trump, se pasó durante su campaña electoral  atacando con comentarios racistas a un juez federal de origen mexicano, el Juez Gonzalo Curiel, que tenía a su cargo un caso contra Trump por actos de fraude cometidos a través de una universidad que él organizó y que por supuesto se llama Trump University.

Hawaii es uno de los 50 estados de los EUA. Tiene un tribunal federal igual que los demás estados de los EUA. Sus jueces federales tienen los mismos poderes que los jueces de distrito federales de los otros 49 estados de los EUA. Pueden declarar inconstitucionales cualquier ley aprobada por el Congreso de los EUA así como también cualquier acto del Presidente de los EUA si entienden que violan la Constitución de los EUA. Puerto Rico cuenta con un Tribunal Federal también aun cuando no sea un estado de los EUA. Los jueces del Tribunal Federal de Puerto Rico pueden de la misma forma que los jueces federales de los cincuenta estados declarar inconstitucional cualquier ley aprobada por el Congreso de los EUA así como cualquier acto del Presidente de los Estados Unidos si entendieran que violan la Constitución.

Si el Secretario de Justicia Sessions está sorprendido porque un Juez de una isla del Pacífico se le enfrente al Presidente de los Estados Unidos, ¿qué pensará de Puerto Rico, una isla en el Océano Atlántico llena de puertorriqueños, muchos de los cuáles son negros también? De paso, Hawaii no es una isla. Es un archipiélago de ocho islas y varios cayos. Puerto Rico tampoco es una isla. Es también un archipiélago dentro del archipiélago de Las Antillas. No olvidemos que somos desde el oeste Mona, Monito,  Desecheo, Caja de Muertos, el Viejo San Juan, Vieques, Culebra,  y los demás cayos que nos rodean.  (Para los que no se han dado cuenta, el Viejo San Juan está separado del resto de la Isla Grande. La unen dos puentes a ella.)

Ante las  declaraciones de Sessions en torno al Juez Watson, ¿veremos y escucharemos a la Fiscal Federal  Rosa Emilia Rodríguez expresar su repudio ante las palabras de su jefe, porque Sessions es ahora su jefe, al menos ante el ataque a un juez federal y al principio de la separación de poderes? No creo. Ante ese ataque y el corte racista del mismo ¿veremos y escucharemos  a la republicana y Comisionada Residente Jennifer González hacer expresiones de conformidad? ¿Y al republicano Thomas Rivera Schatz? ¿Y al republicano Johnny Méndez? Y el gobernador “demócrata”  Ricardo Rosselló que tan pronto leyó la carta de Boente despotricó contra ella y horas después aceptó las condiciones de la misma, ¿habrá de hacer alguna expresión en contra de Sessions? ¿Y el resto del liderato legislativo del PNP lo hará? No creo que lo hagan.  O ya están  tan desnaturalizados habiendo dejado de ser puertorriqueños creyéndose americanos que ya no se dan cuenta de cuándo esos americanos con poder político  faltan el respeto con conductas antidemocráticas y claramente racistas.  O son ya son unos desvergonzados, porque como necesitan de ellos para salvar el gobierno de Puerto Rico y sus cheques dentro de la fiambrera gubernamental, porque dependen para su poder del poder de ellos  y porque necesitan de ellos para soñar con que algún día lograrán la estadidad, están dispuestos a entregar su dignidad no importa cuánto les pateen, denigren e insulten.  Y del liderato del Partido Popular Democrático que aún cree en el ELA mejorado, dentro o fuera de la cláusula territorial,  debemos esperar lo mismo. Dentro del marco de los acomodos político partidistas,  es más importante cabildear ante congresistas demócratas y republicanos para torpedear el liderato político estadista no importa los insultos y los ataques a nuestra dignidad ni a la dignidad de otras etnias, razas  o pueblos del mundo. Para ellos también es más importante el contar con que algún día ellos los salvarán y mantendrán el gobierno del que ellos dependen y viven, para seguir cobrando todos los meses un cheque no importa que por ello tengan que vender su dignidad.

Por: Roberto Maldonado Nieves

romn1960(a)gmail.com

Foto de Archivo llamado: Uncle Sam and Columbia standing at the entrance to the “U.S. Foundling Asylum” as a basket of crying children labeled “Puerto Rico, Cuba, Hawaii, and Philippines (1898) 


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