Vejez como enfermedad según la OMS
Durante el pasado mes la población vieja recibió un gran golpe cuando la OMS publicó la intención de sustituir la palabra “vejez” por “senilidad” en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE). La intención de la OMS, documento que se espera ser aprobado en enero 2022, propone que la vejez sea un término de diagnóstico de enfermedad. En adición, en la sección de causas de muerte o morbilidad, la vejez aparecería como una de ellas. Quiere decir que si una persona mayor de 60 o 65 años fallece el diagnóstico podría ser: vejez.
Es evidente que la propuesta o intención de la OMS ha causado un revuelo a aquellas personas, organizaciones y universidades que trabajamos por deconstruir lo que socialmente implica ser una persona vieja. Se ha solicitado la eliminación de esta consideración y la renuncia de quien dirige la organización. La OMS ha salido en la defensa del término indicando que su intención es reconocer a la vejez como una condición en la vida de la persona.
Como persona que trabaja por defender los derechos y la autonomía de las personas viejas y asumiendo una postura de defender que la vejez es una etapa de vida, y no sinónimo de limitación, enfermedad, deterioro, dependencia, etc., me parece más que inapropiada la intención de la organización. Bajo esa lógica podríamos implicar que la niñez o infancia también podría ser considerada una condición ante la vulnerabilidad que se presenta en esa etapa de vida.
Cabe señalar, cómo dato histórico y desde el campo de la salud, siempre se ha tenido una mirada de deterioro y enfermedad de la vejez. Antes que se estudiara la vejez desde lo social era el campo de la medicina, el que hacía referencia a esta etapa como una de deterioro, pérdida, dependencia y hasta locura. Una vez la etapa de vida de la vejez comienza a insertarse en los estudios de lo social, se adopta desde esa mirada de la salud. Por lo que se desarrolla una percepción social negativas de la etapa de vida. En los pasados años desde diversos sectores se trabaja para evolucionar esa idea de la vejez.
Es evidente que esto no es una justificación para la intención de la OMS. Sobre todo, en un contexto en donde todas las organizaciones internacionales que tienen lazos con la ONU, llevan años trabajando por una transformación de las implicaciones sociales, salubrista, económicas y política de la etapa de la vejez. La intención ha sido muy decepcionante. En un momento histórico en donde nuestra gente vieja es vulnerada por el COVID 19, particularmente en el trato que recibieron.
En un momento en donde se lucha por recibir un retiro digno, un trato digno y un respeto a la autonomía, la intención de la OMS ubica a los viejos en una posición de mayor vulnerabilidad.
Nuestra gente vieja no debe tener la necesidad de defender el cómo viven y sienten su etapa de vida. Ninguna organización internacional debería categorizar y perpetuar las ideas falsas que existen sobre la vejez. La vejez es una etapa de vida como cualquier otra y ya es momento de normalizarla.
Sobre Amada García
Amada García Gutiérrez completó su maestría en trabajo social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente cursa estudios doctorales en la misma disciplina y preside la
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