Puerto Rico debe promover el capital social que abunda en las comunidades para erradicar la pobreza y la creciente desigualdad. Es vital que se coloquen la salud y la educación como prioridad, no otorgarlas como privilegio, sino reconocer que ambas son derechos humanos innegociables. Se requiere promover la cohesión social y alejar a Puerto Rico de la polarización económica.

Estas son algunas de las recomendaciones que hace el principal asesor de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano, el economista argentino Bernardo Kliksberg, para que Puerto Rico comience a salir de la crisis.

Kliksberg no es otro experto más que viene de visita a la Isla para hablar de la crisis sin conocer el escenario local. No toca de oído, ni parte de referencias infundadas. Entiende a Puerto Rico y a su gente muy bien. Durante la administración de la gobernadora Sila María Calderón, trabajó para las Naciones Unidas una evaluación del Programa de Comunidades Especiales implantado en aquel entonces.

“La situación de Puerto Rico es crítica y difícil, pero aún en las situaciones más graves siempre hay opciones, alternativas. Hay que proteger a los más débiles –que es un mandato bíblico– a los chicos, los huérfanos, las viudas, los débiles, eso tiene prioridad sobre cualquier cosa. Puede ser que Puerto Rico tenga serios problemas económicos pero tiene un gran capital social con altos valores en las poblaciones pobres. Los niveles de solidaridad son muy buenos, del interés que surge entre uno y otro, son valores muy importantes en la vida cotidiana, valores muy fuertes”.

A pesar del debilitamiento del Programa de Comunidades Especiales durante los últimos años, Kliksberg considera que en esos primeros cuatro años “se desarrolló una generación de líderes vecinales y comunitarios que componen el capital social de Puerto Rico, que es muy importante”, expresó el autor de “Primero la Gente”, escrito junto con el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen.

El economista argentino aseguró que si se pudo hacer en un momento, se puede volver a hacer, retomando políticas públicas que abran oportunidades de participación y que reflejen una verdadera preocupación por los más débiles.

Un asunto muy serio que Puerto Rico debe atender inmediatamente es la desigualdad social. Según información preliminar contenida en el Primer Informe de Desarrollo Humano, próximo a publicarse por la socióloga puertorriqueña Marcia Rivera y un grupo de científicos sociales, Puerto Rico figura como uno de los cinco países más desiguales en el mundo.

“Vivimos en un mundo donde la desigualdad ha avanzado muchísimo. El uno por ciento más rico del planeta ha llegado a manejar el 50 por ciento del Producto Bruto Mundial. La desigualdad es lo peor que puede surgirle a una sociedad. Los más pobres tienen que arreglárselas para sobrevivir. Se suscitan situaciones de violencia, el debilitamiento de la cohesión social, es muy mala para la economía, se da menos demanda interna y menos capacidad de ahorro. La familia se autodestruye por la falta de empleo y los ingresos inestables. La desigualdad es totalmente corrosiva, tenemos que ver cómo se reduce”, subrayó Kliksberg.

En la agenda de país, la educación y la salud deben estar en los primeros dos lugares de la lista de prioriades. Según Kliksberg, la experiencia global apunta a que los países que destinan mayores recursos a la educación y a la salud les va mejor en todo. Por ejemplo, los países nórdicos, donde todo el mundo tiene acceso a educación de calidad desde el nivel pre escolar hasta bachillerato. Allí el sistema de salud público es universal, incluso cubre hasta el turista o el inmigrante.

“Países como Finlandia son los más prósperos. Tienen cero pobreza y un enorme progreso porque tienen una población empoderada, potenciada al máximo, donde cada ser humano puede aportar muchísimo al habérsele dado muy buena educación y muy buenos servicios de salud. Generan ciencia y tecnología y se vuelven muy competitivos”, precisó.

En Finlandia, recuerda, para ser maestro se requiere de un grado de Maestría. La carrera magisterial ofrece salarios de primera, excelentes capacidades de desarrollo y eso genera una calidad de educadores de excelencia.

Pero no hay que irse tan lejos. En Costa Rica, el seis por ciento del Producto Bruto se dedica a la educación y eso no está sujeto a vaivenes políticos. En el renglón de salud, la Caja Costarricense de Salud Social garantiza servicios de salud para todos. Por estas razones, Costa Rica es de los países de Latinoamérica en donde se observa menos desigualdad.

“Moralmente está muy claro, la salud y la educación son derechos, no son favores, son derechos humanos y así está consagrado en la Carta de Derechos Humanos de UNESCO. A los países que apuestan en salud y educación les va mucho mejor en términos económicos”, agregó.

Y promover con prioridad la salud y a la educación no sólo desata un progreso en la actividad económica, sino que también podría revertir el proceso migratorio que sufre Puerto Rico en los últimos años.

Partiendo de la historia de Argentina, el economista menciona dos instancias que provocaron en el país suramericano el éxodo de sus compatriotas a otros lugares del mundo: las dictaduras militares así como las políticas del presidente, Carlos Menem. “Durante las dictaduras militares hubo fugas de cerebros matemáticos, físicos, cualquiera que pensara, su vida corría peligro. Las políticas ortodoxas de Menem también provocaron una emigración masiva”.

No obstante, gracias a la implantación de reformas sociales a favor de la población, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recién informó que sólo el dos por ciento de la población de Argentina está en el exterior. El progreso migratorio se revirtió totalmente, plantea Kliksberg.

De cara a los comicios electorales del 2016, el economista recomendó a todos los puertorriqueños hacer como “lectura obligada” el “Laudato Sí, Encíclica del Papa Francisco”.

“Daría como recomendación la Encíclica del Papa, que es uno de los documentos que se han producido más recientes, sobre el cuidado del medioambiente y el cuidado de los pobres. El Papa dice: Escuchemos el gemido de la naturaleza y el gemido de los pobres que no tienen voz. También el Papa hace múltiples propuestas para dirigirnos a la economía solidaria”, sugirió.

Kliksberg, también llamado “padre de la gerencia social”, llegará esta semana a Puerto Rico para participar de reuniones con autoridades gubernamentales y líderes comunitarios, sindicales y empresariales, intercambiar ideas y compartir sus impresiones acerca de la crisis por la que atraviesa Puerto Rico.

El martes encabezará una conferencia magistral “Otro Puerto Rico es Posible”, en el Recinto de Cupey de la Universidad Metropolitana, que incluirá un conversatorio y mesas de diálogo para profundizar sobre la propuesta de desarrollo económico de Juntos Por Puerto Rico, fundamentada en cinco ejes estratégicos: Economía del Visitante, Exportación Siglo XXI, Eje de creación e intercambio de capital intelectual; Economía Solidaria y Movilizadora; y Adaptación Climática y Empresas Verdes.

EL INFORME KLIKSBERG
(Serie de televisión en 75 capítulos de 26″)

BIOGRAFÍA AUTORIZADA DE BERNARDO KLIKSBERG

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