SAN JUAN. agosto de 2023 – Un llamado a que las organizaciones sin fines de lucro se unan a favor de las comunidades vulnerables, en particular las dedicadas a la educación, el bienestar social y la cultura, se destacó en el encuentro entre portavoces del Tercer Sector y la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO) como parte de las actividades de la Semana de la Prensa.

El evento celebrado el pasado 4 de agosto y titulado “Diálogo: El Tercer Sector como generador de noticias” contó con un panel que incluía a Ana Yris Guzmán, presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela; Marcos Santana Andújar, presidente y fundador de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico; Marianne Ramírez, directora ejecutiva del Museo de Arte Contemporáneo; y Rafelli González, director multiplataformas del periódico El Vocero. Tatiana Pérez Rivera, periodista de la revista digital Oenegé, fue la moderadora del diálogo. El evento fue convocado por la ASPPRO y la Fundación Ángel Ramos y contó con la presencia del Buró de Noticias, integrado por estudiantes de periodismo, por periodistas e integrantes de organizaciones del Tercer Sector.

“En la medida en que el sector sin fines de lucro entiende que juntos vamos mejor que solos, eso redunda en un mejor beneficio para la comunidad y el gobierno también está viendo a un sector sin fines de lucro que trabaja en colaboración”, planteó Guzmán durante el diálogo, tras varios panelistas recordar como en eventos como la recuperación del huracán María surgieron alianzas que aún se mantienen entre las organizaciones. Santana Andújar, por su parte, recordó también que en esa época post-huracán fue clave la prensa para divulgar la labor de las organizaciones sin fines de lucro y ayudar así a comunidades que estaban dependiendo de esa asistencia vital durante la emergencia.

Uno de los puntos que se recalcó durante el panel fue que en Puerto Rico hay 13,863 organizaciones sin fines de lucro trabajando para el bienestar común. De estas, el 42% lo hacen en el ámbito educativo. Estas cifras reflejan la efectividad y la potencia del sector y ponen de relevancia la base comunitaria de líderes activos que conocen las necesidades de su comunidad y que trabajan cotidianamente para atenderlas de manera integral y holística. “En Nuestra Escuela son las comunidades quienes definen los parámetros principales de la plataforma educativa que les brinda una oportunidad de movilidad social. Cuando comenzamos hace 23 años les preguntamos a nuestros primeros estudiantes ¿Cómo debiera ser una escuela ideal? Su respuesta fue contundente: en todos los casos se repetía una escuela en la que se sientan amados y respetados. Esa es la razón por la que nos convertimos en el espacio de amor y sanación que somos hoy”, expresó Guzmán.

A la hora de considerar la incidencia de los modelos educativos alternativos en la educación del país a nivel nacional, es necesario poner en perspectiva sus dimensiones: mientras que en Puerto Rico el 58% de las familias viven bajo los niveles de pobreza; en el caso de las familias que acuden a Nuestra Escuela el 82% vive esa realidad. El 32% nunca conoció a su papá, el 88% tiene padres ausentes y el 63% ha repetido algún grado al menos una vez. Estás crudas estadísticas reflejan la realidad del estudiantado de Nuestra Escuela, la misma realidad que se busca transformar positivamente.

Al abordar el rol de la prensa para informar sobre el Tercer Sector, la presidenta de Nuestra Escuela comentó que "recuerdo como si fuera ayer el momento en que leí aquel editorial de El Nuevo Día: ‘La acreditación de la Middle States confirma la calidad de Nuestra Escuela’, decía. Les confieso que me puse a llorar. ¿Saben por qué? Porque las organizaciones sin fines de lucro trabajamos mucho para cambiar la idea de que los jóvenes fuera de la escuela no pueden lograr resultados de excelencia. Nuestros egresados y egresadas que son doctores, que son emprendedores, que son hijos agradecidos, que son activistas que luchan por un mejor Puerto Rico, confirman esa apuesta a la calidad que hemos hecho. Hemos demostrado que sanar es el primer paso para lograr tener una vida realizada”.

El diálogo de los panelistas abordó la relación entre el Bienestar social, cómo horizonte, y el trabajo de orientación y prevención en grupos en riesgo. A lo largo y a lo ancho de la Isla, muchas organizaciones del Tercer Sector están a la vanguardia de la innovación social, desarrollan nuevas soluciones para abordar problemas sociales, económicos y ambientales, trabajan la problemática de la igualdad de géneros hace tiempo, junto con los Derechos Humanos. En el caso de Nuestra Escuela, desde la fundación hace 23 años, se ha atendido a más de 2,000 familias. Un análisis de costos y beneficios realizado por Estudios Técnicos, encontró que el 79% de los egresados de Nuestra Escuela ha continuado estudios post secundarios y más del 88% ha ingresado al mundo del trabajo. Es decir que 9 de cada 10 egresados de Nuestra Escuela estudian o trabajan. Se ha sostenido, además, una retención del 93%, siendo además de $14 dólares el beneficio que recibe el Estado por cada $1 dólar que se invierte en Nuestra Escuela.

Los panelistas concluyeron que, a base de la experiencia probada y concertada de organizaciones respetadas del Tercer Sector, se pueden lograr que muchas familias que llegan, por ejemplo, a la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud, o a los programas educativos del Museo de Arte Contemporáneo, encuentren en las organizaciones el sistema de contención necesario para construir en el presente el futuro con el que siempre soñaron. Guzmán comentó que “ese sueño de cada familia, es el sueño de Puerto Rico, y nosotras trabajamos en comunidad para hacerlo viable”.

Al reflexionar sobre educación, periodismo y gobierno, se mencionó la experiencia de la Alianza para la Educación Alternativa. Los cambios en materia legislativa tienen una importancia trascendental para el sector. Dicha Alianza materializa la posibilidad de aliarse como una forma de lograr mejores resultados. “Tras años de esfuerzo dedicado a gestar e impulsar la Alianza, logramos que se sancione la Ley que la habilita. Tuve el honor de ver nacer dicha Alianza, porque el Profesor Justo Méndez -que es el amor de mi vida- fue uno de sus impulsores. La Ley cobija este deseo y brinda los recursos necesarios para una de las poblaciones más vulneradas y más en riesgo del país”, manifestó Guzmán. Según el censo decenal del 2020, 3 de cada 5 personas (59.1%) sin diploma de escuela superior viven bajo el nivel de pobreza, comparado con un 45% de los que cuentan con diploma; 34.3% con algo de universidad o grados asociados, y apenas 15.3% de aquellos con un grado básico universitario. A consecuencia, la mediana de ingreso anual de una persona sin diploma escolar ($10,893) es un 43% del ingreso de aquellos con un grado básico universitario ($25,550).

Ya avanzado el diálogo convocado por la ASPPRO, los panelistas concluyeron que el Tercer Sector es un generador de buenas noticias. En el estudio sobre el impacto económico y social de las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico, realizado por Filantropía PR en 2022, se estima que el Tercer Sector produce anualmente, cerca de 100,000 empleos, lo cual representa alrededor del 15% del empleo total del País. La nómina total o combinada de las OSFL se estimó, por otro lado, en unos $3,204 millones, representando un 5.6% del Producto Nacional Bruto (PNB). Si se cuantificara el valor del trabajo voluntario que las organizaciones sin fines de lucro generamos, la aportación del Sector aumentaría en un 6.3% del PNB. El desafío reside en amplificar las buenas noticias, lo que significa vidas transformándose minuto a minuto por agentes de cambio del Tercer Sector. Es esta también la misión de los medios, reportar la verdad de lo que ocurre en Puerto Rico, donde también ocurren muchas cosas buenas. El ejercicio del buen periodismo resulta estratégico para visibilizar las realidades del otro Puerto Rico.

Los panelistas también coincidieron en cuanto al Gobierno y el reconocimiento del Tercer Sector, que lejos de sustituir al gobierno, garantiza la cercanía a la demanda de las comunidades, la escucha activa capaz de captar necesidades de primer orden, la creatividad permanente para elaborar respuestas desde y para la comunidad. Se recalcó que tras el paso del huracán María las organizaciones sin fines de lucro demostraron una capacidad de respuesta inmediata y un acceso privilegiado a las comunidades.

En cuanto a las alianzas entre distintas organizaciones, concluyeron que para ser efectivas deberían tener partidas del presupuesto recurrentes y/o proyectos específicos que permitan al Tercer Sector continuar su buena labor y expandirla, al tiempo que mejorar los mecanismos administrativos que permitan una relación de confianza, cumplimiento y buena gestión.

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