Por Javier A. Hernández

Rubén Astor Hernández Guzmán Jiménez Iglesias, nacido el 21 de abril de 1954 en el Barrio Borinquen, antigua Base Aérea Ramey de Aguadilla, Puerto Rico, y de padres quebradillanos, Don Tomás Hernández Jiménez y Virginia Guzmán Iglesias, y criado en Quebradillas, es uno de los deportistas más destacados y versátiles de su pueblo natal de Quebradillas. Representó a Quebradillas y Puerto Rico en competencias nacionales e internacionales en el deporte de esgrima. Además, practicó la disciplina de ciclismo de larga distancia por varios años. Su trayectoria está marcada por una serie de logros nacionales e internacionales que han dejado una huella imborrable en el deporte quebradillano y puertorriqueño.

Esgrima: Un campeón nacional e internacional

Desde una temprana edad, Hernández mostró un talento excepcional en el deporte de la esgrima. En 1971, a los 17 años, ganó su primer título importante al obtener la Medalla de Oro en el Primer Campeonato Nacional de Novicio de Puerto Rico en florete, celebrado en su natal Quebradillas. Este triunfo marcó el inicio de una brillante carrera en esgrima que lo llevó a ganar múltiples campeonatos nacionales y a representar y ganar Medallas de Plata (2) y Bronce (2) para Puerto Rico en competiciones internacionales.

Participó en los Juegos Panamericanos, Campeonatos Centroamericanos y del Caribe de Esgrima y en Campeonatos Mundiales de Esgrima. Entre sus logros más destacados se encuentra su participación en los Juegos Panamericanos de México en 1975, donde, a pesar de que el equipo de Puerto Rico fue derrotado por Estados Unidos, Hernández logró una actuación impresionante al vencer y quedar invicto ante los cuatro miembros del equipo estadounidense, y dos de ellos ya habían ganado las Medallas de Plata y Bronce en el evento de Espada Individual.

Uno de los hitos más significativos de su carrera fue su participación en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, donde tuvo la oportunidad de competir con los mejores esgrimistas del mundo, elevando su nivel técnico y convirtiéndose en un referente de la esgrima en Puerto Rico. A lo largo de su carrera, obtuvo medallas en múltiples torneos, incluyendo una histórica Medalla de Plata en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Esgrima en 1976, la primera para Puerto Rico en ese deporte.

Para finalizar este tema, Hernández nos contó una anécdota que solo unos pocos saben. Durante sus estudios universitarios de tercer y cuarto año en la Universidad de Puerto Rico (UPR), del 1973 al 1975, y debido a la estrecha situación económica de la familia, y para poder seguir practicando su deporte de esgrima, tuvo que vender su sangre en el conocido Banco de Sangre Areche, en Santurce. En ese tiempo, solo sus hermanos lo sabían. Sus padres nunca lo supieron.

Ciclismo de Larga Distancia: Un Pionero en Puerto Rico

Además de su destacada carrera en esgrima, Hernández también se aventuró en el ciclismo de larga distancia, donde continuó desafiando los límites del esfuerzo físico y mental. Sus hazañas incluyen recorridos épicos como las 1,200 millas en 10 días desde Nueva York hasta Orlando, Florida, en 1987, y las 1,545 millas en 12 días alrededor de Puerto Rico en 1993, donde completó seis vueltas a la isla. Este evento, patrocinado por el alcalde de Quebradillas, Juan “Johnny” Rivera, demostró no solo la resistencia física y mental de Hernández, sino también su profunda conexión y lealtad con su pueblo de Quebradillas.

Una de sus hazañas más impresionantes fue en 1995, cuando se convirtió en el primer y único puertorriqueño en recorrer 3,121 millas en 28 días desde San Francisco, California hasta la ciudad de Nueva York en bicicleta, promediando 111 millas por día. Esta hazaña solidificó su estatus como un pionero en el ciclismo de larga distancia en Puerto Rico. En su mejor día, logro completar 180 millas desde Atwood a Belleville en el Estado de Kansas. Este es su récord personal para millas en un solo día.

Caminatas: Desafiando las Montañas de Puerto Rico

Hernández también se destacó en las caminatas de resistencia, completando trayectos icónicos que combinaban esfuerzo físico y mental, y una profunda conexión con la geografía y la cultura de Puerto Rico. Entre 1998 y 2002 (5 años consecutivos) participó en la caminata de Ponce a Jayuya, caminando 23 millas hasta el Cerro La Puntita, el punto más alto de Puerto Rico. En 2007, junto a su hijo Javier A. Hernández y con el apoyo técnico de su hermano Néstor Luis Hernández, completó una caminata de 70 millas desde El Morro en San Juan hasta el Merendero del Guajataca en Quebradillas, en una travesía que duró dos días.

Un Legado Deportivo

Rubén Astor Hernández Guzmán es un ejemplo del espíritu deportivo puertorriqueño y quebradillano. A través de su dedicación, disciplina y pasión, no solo logró destacarse en una variedad de disciplinas, sino que también dejó un legado imborrable para futuras generaciones de atletas en Puerto Rico. Su carrera, que abarcó más de una década en competencias internacionales y nacionales, es un testimonio de su compromiso con el deporte, con Puerto Rico y con su pueblo natal de Quebradillas.

Hernández no solo representó a Puerto Rico con orgullo, esfuerzo y dedicación, sino que también elevó el nombre de Quebradillas en el escenario nacional e internacional, demostrando que el esfuerzo y la perseverancia pueden llevar a un atleta a alcanzar grandes alturas. Hoy en día, su historia sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que lo conocen personalmente o tienen conocimiento de su trayectoria, y buscan superar sus límites y lograr la excelencia deportiva.

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