Prensa alternativa, más necesaria que nunca
“¡A GFR, ¡volvieron a perder! Su manipulación
mediática no pudo ocultar la verdad ni detener
la justicia. Deberían avergonzarse de su afán
de lucro desmedido! Son iguales a los del chat.
Thomas Rivera Shatz
Sin lugar a duda, el levantamiento político que ha vivido Puerto Rico responde a los altos niveles de desfachatez que han tenido los funcionarios designados y electos. Los puertorriqueños no conciben seguir viviendo en crisis, mientras los políticos de turno hacen todas las movidas para que ellos y sus amigos se beneficien. Quedó demostrado que si los ciudadanos se mueven, los políticos caen. Para que esa práctica tan elemental en las democracias siga siendo parte de nuestro gestar cotidiano, es importante seguir produciendo contenido alternativo que cuestione las malas prácticas de los gobiernos.
La prensa juega un rol fundamental en las decisiones de una sociedad. En la medida que los ciudadanos se informen, podrán tomar decisiones correctas en la selección de los hombres y mujeres que los representan y ser críticos de las políticas que se pretenden imponer desde las administraciones.
La prensa puertorriqueña está secuestrada por un selecto grupo, quienes juegan con la información según los intereses económicos que tengan. Esta denuncia viene desde tiempos inmemorables, pero no es hasta estos días donde los puertorriqueños han visto el poder económico de los medios de comunicaciones y cómo gran parte de su línea editorial es utilizada para manipular la opinión pública. La denuncia de la periodista Cynthia López, la revelación del pago para generar opinión pública sobre temas particulares a Rubén Sánchez y las expresiones del presidente del Senado Thomas Rivera Schazt, han puesto al descubierto que los grandes medios corporativos no son tan leales a la ética del periodismo.
Esto no es un asunto nuevo, el profesor de periodismo Luis Fernando Coss publicó un libro que documenta precisamente este tema, entre otros. De El Nuevo Día al periodismo digital: trayectorias y desafíos, nos muestra como desde la conversión de El Nuevo Día a medio nacional, vienen jugando con la información. Desde 1970, El Nuevo Día viene mostrándose al país como una prensa confiable, más resulta ser que ha sido el principal medio para acomodar a políticos y promover ideas que advengan en ganancias para las grandes corporaciones. Antes de 1970, el periódico era uno de corte regional sin mayores aspiraciones. Es con la llegada de Luis A Ferré a la gobernación cuando el periódico cambia su “branding” y se aleja de su práctica regional en Ponce. Una vez ocupa el puesto de gobernador, Ferré nombra a su hijo, Antonio Luis Ferré a ocupar el puesto de presidente de el Consejo Asesor del Gobernador para el Desarrollo de Programas Gubernamentales. Esto al tiempo que dirigía el periódico, creando un claro conflicto de intereses entre el medio de mayor crecimiento y el nuevo gobierno. Este acontecimiento se une a una huelga de trabajadores en El Periódico El Mundo, donde funcionarios del Gobierno Ferré utilizan su posición para promover la caída del rotativo más importante hasta entonces.
Para 1985, El Nuevo Día controlaba el 45% del mercado publicitario. Cinco años después aumentaba al 60%, logrando llegar al 70% en 1995. Para tener una idea mejor de lo que esto representa en dólares y centavos, el profesor Coss nos dice que para el año 2005, El Nuevo Día logró ingresos de 209 millones de dólares, de los cuales 145 millones fueron en publicidad.
Estas cifras nos indican cuán fuerte y decisiva puede ser la influencia de la publicidad. (pp. 64 -65). El poder de la familia Ferré no era sólo en el aspecto económico, sino en el ambiente político y militar. Según reportes de la revista Fortune, la familia Ferré colaboró con el Navy y el Departamento de la Defensa de Estados Unidos, al proveer precios favorables en el cemento utilizado para la construcción de la base Roosevelt Roadas en 1952. Esta y otras inversiones hicieron que la misma revista incluyera al conglomerado de empresas Ferré como una de las 500 empresas más ricas de todo Estados Unidos (Pp. 67.)
La familia Ferré es dueña de siete compañías, de las cuales El Nuevo Día logra capitalizar las ganancias de sobre 300 mil ejemplares diario, lo que representa tres cuartas parte de todas las publicaciones juntas que se realizan en Puerto rico. Este poder se logró entrando en la política, haciendo favores a personas vinculadas a las administraciones del PNP. Es el caso del ex gobernador Carlos Romera Barceló, quien en el calor del caso del Cerro Maravilla, acepta que tenía conocimiento previo de lo sucedido. Esta aceptación movió al entonces Director de El Nuevo Día, Roberto Fabricio a escribir una columna que tituló “Mea Culpa”. La columna le costó el puesto a Fabricio, llevando al periódico a montar todo una campaña de limpieza de imagen, la cual fue pagada con anuncios y otros contratos con la empresa.
Coss nos narra que una de las máximas del periodismo impulsado por la familia Ferré fue “lo que es noticia es noticia”, esto siempre y cuando esté en el marco de aceptación de las fuerzas políticas y económicas. Profundiza más al decir, que El Nuevo Día, se ha encargado de aplastar la competencia y manejar el lenguaje de la libertad de prensa según los tiempos y los intereses (Pp.97). Sabemos que esto que nos explica Coss, lo hemos pensado en múltiples ocasiones, más no deja ser sorprendente poder observar las cifras y las influencias directas.
En tiempos actuales es más compleja de tapar noticias y manipular la información. No obstante, El Nuevo Día y las grandes cadenas de comunicación, aún dominan la masificación y los recursos para continuar moldeando las noticias para sus intereses. La única forma de lograr competir con estos, es que los lectores continúen el apoyo a plataformas serias que estén comprometidos con la divulgación de las noticias con un contenido crítico, libre de presiones políticas y sobre todo con la sensibilidad que merece reportar noticias en un país donde predomina la pobreza, de un lado, y la corrupción del otro. El llamado que hacemos desde Puerto Rico Te Quiero, es a continuar el apoyo a plataformas como 80 Grados, el Centro de Periodismo Investigativo, Todas, Periódico Claridad, Pulso Estudiantil, La Perla del Sur, Sin Comillas y la nuestra. Si bien es cierto que necesitamos de su colaboración para ampliar nuestra base, sepan que estamos disponibles para cubrir lo que los ciudadanos entiendan que es importante. En fin, a servir de megáfono para nuevas voces, voces de protesta, voces de rabia, voces de cambio.
Sobre Ángel Pérez Soler
Trabajador Social e Historiador
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