Otro Puerto Rico sí es posible. Sí hay esperanza para nuestro país. Hay que apostar a la ética y la gerencia social.

Entusiasta e inspirador, el principal asesor de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano, el economista argentino Bernardo Kliksberg, se dirigió el martes a cientos de personas de distintos sectores en un auditorio lleno de la Universidad Metropolitana, recinto de Cupey.

La invitación hecha por la organización no gubernamental Juntos Por Puerto Rico sobrepasó las expectativas de asistencia y muchos de los que llegaron al lugar a escuchar al gurú de la economía solidaria lo tuvieron que hacer desde otros salones donde se observó la retransmisión en vivo de la charla magistral.

Fue precisamente la cantidad de personas que vio en el público la primera señal que el economista argentino identificó como un indicador de que en Puerto Rico hay esperanza y hay ganas de echar el país hacia adelante.

“Todos ustedes que están aquí son una muestra formidable de la energía propia y local de Puerto Rico, muestra de un gigantesco capital social interesado en el cuidado de la casa común de su gente. No todos los activos de un país son los financieros. He visto países derrumbarse porque en ellos abunda la avaricia, el activo social es importantísimo”, expresó Kliksberg para abrir su charla.

En una mirada rápida al mundo el experto advirtió los avances de la ciencia y la tecnología, por ejemplo, el invento ya en prueba de automóviles que manejan sin conductor. No obstante, al mismo tiempo, diariamente en la India mueren 17 mil niños por hambre, contaminación de los cuerpos de agua y la falta de instituciones sanitarias.

Kliksberg planteó que esas muertes son evitables. En las Naciones Unidas, el Papa hizo un llamado para atender esta situación. Subrayó que la ciencia y la tecnología no tienen sentido si no se atienden las necesidades de los pobres y los menos aventajados.

“El Papa hace un llamado a la economía con sentido moral. Otro Puerto Rico sí es posible si atendemos la economía teniendo siempre en la mente el rostro humano, es imprescindible”, agregó el economista.

Kliksberg reclamó una pronta atención a los asuntos relacionados al cuidado del medioambiente y la desigualdad social. En Puerto Rico, dijo, que dos datos alentadores son el sentido de hospitalidad y solidaridad que se observan en las comunidades.

Para salir de la crisis, añadió, hay que preguntarse: “¿quién va a pagar los costos de la crisis? Si son los más débiles el remedio será contraindicado, se desatarán situaciones de mayor violencia y de más criminalidad”, sugirió.

Kliksberg subrayó que Puerto Rico tiene que trabajar para dar a la población acceso a educación de calidad y que la educación no debe tratarse como mercancía.

“No puede ser algo que se explote con fines de lucro”, puntualizó.

Como recomendaciones al país Kliksberg mencionó mejorar los servicios de educación, los servicios de salud, atender los asuntos relacionados al derecho al trabajo y apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pYmes), que son “las mayores creadoras de trabajo a nivel mundial”.

Dio por ejemplo una iniciativa del presidente dominicano Danilo Medina, de quien Kliksberg es asesor. En la República Dominicana se ha aprobado una política pública para que el 25 por ciento de las compras del estado se hagan a las pYmes. Ese por ciento podría aumentar al 35 por ciento este año, anticipó el economista.

Exhorta a la a la implantación de políticas sociales “agresivas” para la reducción de la pobreza en Puerto Rico

Durante su visita Kliksberg se presentó ante un nutrido grupo de líderes comunitarios en el Centro Para Puerto Rico, en Río Piedras.

Aseguró que tomar medidas para erradicar la pobreza representa “beneficio para el fisco y para la economía es enorme…Aumenta la compra en las pequeñas y medianas empresas, aumentan los recaudos al fisco, mejora el aprovechamiento escolar y la participación laboral, todos beneficios enormes para un país”.

El también autor de decenas de libros sobre la desigualdad y la pobreza, reveló que existen más de 80 programas en América Latina para combatir el empobrecimiento de los pueblos y “los resultados son absolutamente exitosos. Se ha reducido la pobreza en toda la región de 46% a 28%. Yo me dejo llevar por las cifras y la evidencia es irrefutable. Esto funciona. Puerto Rico puede hacer lo mismo. Las políticas sociales son imprescindibles”.

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