Sus compañeros en la escuela Lola Rodríguez de Tío, en San Germán, la llaman “la voz de la conciencia”, aunque también se le puede apodar como la gurú de la educación sexual juvenil. Naomi Torres Sanabria ha desarrollado un sexto sentido al momento de aconsejar lo indicado e instruir a compañeros de su edad, con la ayuda de entrenamientos que recibió a través del proyecto de Educación en SIDA para Adolescentes (PESA). Cuatro años después, la joven continúa con la misma firmeza y convicción de fungir como mediadora en temas de educación sexual, prevención de uso de drogas y alcohol.

Con una seguridad admirable, Naomi confesó a PRTQ que “no todo es sexo y drogas durante la juventud”. Para disuadir las cargas negativas que rodean al estudiantado en su rutina diaria, Naomi se mantiene activa en quehaceres culturales, sociales y académicos. Por dar un ejemplo, la estudiante, de quince años, participa fuera de las aulas escolares haciendo voluntariado comunitario, deportes, baile, oratoria y brindando talleres y conferencias sobre educación sexual a jóvenes de escuela superior.

Según Naomi, la hora del recreo es el momento donde las turbulencias hormonales de los jóvenes salen a la luz. Ahí es cuando la estudiante se vuelve todo oídos y escucha las incertidumbres, en su mayoría por tener sexo sin protección y/o embarazos no deseados, y los aconseja. A pesar de su corta edad, la joven reconoce que existe un escollo educativo entre los estudiantes y un grave desconocimiento sobre cómo prevenir embarazos y los métodos de prevención que existen.

Entre tantos consejos, la joven no logra precisar la cantidad de jóvenes estudiantes que han llegado hasta ella. Cree que se debe a la confianza que transmite o más bien a la habilidad de fomentar la prevención de manera natural y jocosa. “Mis compañeros ven en mi algo positivo”, explicó Naomi.

Los casos de embarazo en jóvenes menores de edad son más frecuentes de lo que se suele pensar.  Recuerda Naomi el difícil embarazo de su amiga Frances (nombre ficticio), de 13 años, para aquel entonces. Según contó la joven a PRTQ, Frances desistió de la escuela, el papá del niño era mayor de edad y abusaba del uso frecuente de drogas. Casos como estos, según narró Naomi, son duros y muy comunes en la comunidad escolar. Sin embargo, sí hay jóvenes que optan por conocer los métodos que existen para la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual.

A pesar de su liderazgo, para Naomi no ha sido sencillo combatir las tentaciones que se ponen en medio de la vida de un joven estudiante. Asimismo, la líder comunitaria confesó cuan complicado es servir de consejero cuando se trata de amistades cercanas y compañeros de la misma escuela.

No obstante, con la ayuda del proyecto PESA, la estudiante de escuela superior ha logrado desarrollar destrezas sociales y educativas donde ha beneficiado a un sinnúmero de jóvenes en el municipio de San Germán. En palabras de Naomi, “PESA me abrió las puertas y me dio el conocimiento para seguir llevando el mensaje de prevención y educación”.

Los jóvenes y sus derechos

Entre las tantas cosas que mueven a la estudiante de grado once, lo que más le apasiona a Naomi es dar a conocer los derechos constitucionales que tienen los jóvenes en la Isla. Según la Carta de Derechos del Joven en Puerto Rico (Ley. Núm 167 del año 2003), cualquier joven tiene derecho al libre desarrollo de la personalidad, la libertad de conciencia, a recibir servicios de salud conforme a sus necesidades y a recibir trato igual en cualquier circunstancia.

Por su parte, la licenciada Patricia Otón, presidenta de la junta directiva de la organización Profamilias, a la que el Proyecto PESA pertenece, resaltó que cualquier joven en la Isla tiene derecho a recibir servicios de calidad sin el consentimiento de algún adulto.

“Los jóvenes pueden venir a recibir servicios y no requieren de consentimiento de los adultos. Tienen el derecho de recibir tratamientos, en caso de tener enfermedades de transmisión sexual. Se les da servicios y tratamientos en cualquier laboratorio sin necesidad de involucrar a los padres porque es más importante la salud de este joven que si mamá o papá saben o no que te tiene una infección o que están activos sexualmente. Los jóvenes en Puerto Rico tienen derecho a buscar sus propios métodos anticonceptivos sin el consentimiento de un padre o madre”, explicó Otón.

El Proyecto PESA

PESA es un proyecto que la organización sin fines de lucro Profamilias comenzó en el 1990 para la prevención del VIH/SIDA. Actualmente, dirige sus servicios a jóvenes desertores escolares y en riesgo de deserción entre las edades de 13 en adelante que residen en los pueblos de Guánica, Sabana Grande, San Germán, Cabo Rojo, Lajas y Mayagüez.

Desde sus comienzos hace 25 años atrás, PESA continúa con su objetivo en proveer intervenciones educativas a los jóvenes y padres para lograr modificaciones de conductas en los jóvenes en riesgo de sexo sin protección. Para esto, el proyecto brinda talleres, conferencias y actividades educativas, ofrecidos por personal certificado  del Departamento de Salud.

Como parte del programa educativo que tiene disponible PESA, existen facilitadores jóvenes, al igual que Naomi, que son adiestrados para ofrecer sus servicios de manera voluntaria en las escuelas. De esta manera, se ha logrado impactar a cientos de jóvenes que necesitaban de una mano amiga para ser educados sobre los métodos de prevención que existen y la alta incidencia de contagio de enfermedades de transmisión sexual en la comunidad escolar.

Sobre Némesis Mora Pérez

Periodista y maestra. Posee una maestría en Periodismo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Obtuvo un bachillerato en Comunicación Tele-Radial en la Universidad de Puerto Rico