En el tercer piso del Hogar Colegio la Milagrosa conviven 17 niñas y adolescentes víctimas del maltrato y la pobreza. Sus edades rondan entres los 4 a los 17 años. Algunas han sido referidas a la organización sin fines de lucro por medio del Departamento de la Familia, mientras que otras son ingresadas por sus familiares directamente para que se les de un hogar y educación. Los trastornos emocionales y psicológicos con los que cargan estas niñas desde tan temprana edad quedan en las manos de María de los Ángeles Santiago, trabajadora social del Hogar Colegio hacen 23 años.

María de los Ángeles, de 52 años, no recuerda con precisión la cantidad de niñas y jóvenes que han pasado por su oficina en el Hogar Colegio. Mientras conversaba con PRTQ, realizó algunos cálculos ligeros con los años que lleva en la organización y el número de menores que recibe al año. La cifra sumó a un total de 600 víctimas de maltrato emocional, psicológico, físico y sexual a las que la trabajadora social a ayudado durante su trayectoria.

Entre tantas historias de vida, María de los Ángeles recordó a una joven que llegó al Hogar Colegio luego de haber pasado por 22 hogares sustitutos. Logró graduarse de cuarto año tras requerir de terapias psicológicas, psiquiátricas y religiosas . Luego, comenzó sus estudios en enfermería en una universidad en Arecibo.

Según explicó la trabajadora social, a pesar de que el albergue solo es para niñas de kinder a cuarto año, la chica continúa visitando a el Hogar Colegio los fines de semana para colaborar con el trabajo de las Hermanas y el personal que allí vive junto a las niñas del albergue. “Ella ha venido ayudarnos incluso cuando hemos estado enfermas. Nos dice que somos sus madrecitas y que hemos hecho tanto por ella que lo menos que tiene que hacer es venir a ayudarnos”, dijo María de los Ángeles.

Aunque la labor de María de los Ángeles es medular para el desarrollo social y emocional de las menores que albergan en el Hogar, estas también reciben otras ayudas necesarias para su sana convivencia. Gozan de una educación privada junto a estudiantes externos que pagan por su matrícula con el fin de sostener los gastos del Hogar. Se les brinda además cuidado médico, uniformes, materiales educativos, alimentos y actividades sociales, culturales y religiosas.

“Es gratificante trabajar con estas jóvenes. Yo no siento esto como un trabajo. Lo veo como un apostolado. Siento un compromiso enorme. Llena a uno de mucha sensación. Nací para servir”, dijo la trabajadora social.

89 años de historia

A pesar de que el Hogar se estableció para el 1926 por las Hijas de la Caridad de la Iglesia Católica con el propósito de atender el maltrato y la pobreza en Arecibo, no fue hasta 20 años después que se creó el Colegio como fuente económica para el sustento del Hogar. En este espacio académico, ubicado en el segundo y primer piso del Hogar Colegio, maestros y monjas instruyen en la actualidad a cientos de alumnos.

“Cuando las Hijas de la Caridad llegan a Arecibo [desde España], se percatan de que hay muchas niñas en la calle y mucha pobreza. De ahí decidieron crear un asilo de niñas… A las hermanas se les hacía difícil poder llevar a las niñas de diferentes grados a las escuelas. Recibieron mucha cantidad de niñas y el Hogar se llenó. Luego decidieron crear un colegio con paga para becar a nuestras niñas y atender a estudiantes externos”, explicó María de los Ángeles.

¿Hay más pobreza y problemas de maltrato de lo que pensamos?

“Hay más cantidad de maltrato de lo que se refleja actualmente. Existen casos de maltrato que no salen a la luz por temor. Esa población sufre en silencio. Es una población que tiene miedo de ventilar lo que siente por miedo a ser removidas de sus hogares. Muchas saben que son maltratadas pero por miedo de que me quiten de mami y papi se quedan calladas, explicó María de los Ángeles.

Ante una mínima sospecha de maltrato a menores, la trabajadora social le recomienda a la ciudadanía no callar y dirigirse inmediatamente a las agencias pertinentes como el Departamento de la Familia y la línea de emergencias 9-1-1. De esta manera se podrá dar inicio a una investigación profunda sobre el caso.

Sobre Némesis Mora Pérez

Periodista y maestra. Posee una maestría en Periodismo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Obtuvo un bachillerato en Comunicación Tele-Radial en la Universidad de Puerto Rico