Maidelise Ríos: la danza contacto como terapia para cuerpo y alma
La danza la lleva en la sangre y Maidelise Ríos nació sabiéndolo. Desde muy pequeña, conoció el amor por la danza moderna y contemporánea y ha tenido la oportunidad de alimentar su pasión en distintas partes del mundo. En Alemania, logró desarrollar destrezas donde el movimiento del cuerpo se vuelve terapia. Al llegar a España, se dejó seducir por la danza contacto, una forma de danza postmoderna basada en la comunicación entre dos o más cuerpos, donde se desafía a la gravedad y se descartan los roles de género.
Luego de formar parte de innumerables jameos de danza contacto en las calles de Barcelona, Maidelisse regresó a Puerto Rico y decidió unirse a Verónica Rodríguez, Sofía Banucci y Awilda Rodríguez para crear el proyecto Danza Contacto.
Este inició en el 2014 y pretende crear un espacio comunitario donde las personas puedan entrar y salir a danzar durante un periodo de tres horas. El objetivo es bailar, romper tabúes, improvisar y conocer. Mientras una mezcla de emociones ocurren, explica Maidelise a PRTQ, la danza contacto crea un placebo de concentración y relajación plena.
Maidelise asegura que en la danza contacto no existen los roles de género. Tanto la mujer como el hombre pueden dirigir el movimiento y ser cargados. Ambos tienen la potestad de dejarse manipular por la otra persona y hacer los mismos tipos de movimientos corporales.
“La danza contacto se basa en el intercambio de peso. Para lograr los puntos de contacto, tienes que estar negociando la cantidad de peso con la otra persona porque no le puedes caer encima. Tienes que estar constantemente negociando con el otro. Por otro lado, estás trabajando mucho con la intimidad, estás creando contacto con otra persona. Se da ese proceso de abrirse a la confianza del otro”, explicó la joven de 31 años.
Maidelise, quien también estudió psicología durante su estadía en Barcelona, confesó que la danza contacto también es un tipo de danza social, como la salsa y el merengue, cuyo propósito es crear una comunidad donde las personas puedan ir a bailar. Según la joven, Puerto Rico necesita espacios alternos para distraerse luego de un día difícil. “Se necesitan de espacios que no sean ir beber alcohol. Se necesitan más espacios sociales para bailar, hacer arte, teatro. Otras actividades extracurriculares fuera de trabajar. Y nosotros estamos ayudando a crear esos nuevos espacios”, dijo Maidelisse, refiriéndose al trabajo comunitario que realiza Danza Contacto.
A pesar de los beneficios psicológicos y físicos de este tipo de danza, Maidelise enfatizó que esta práctica aun no se conoce del todo en la Isla. Cuando Danza Contacto comenzó hace a penas un año, explica Maidelise, “habían muchas mujeres mayores asistiendo y cogiendo los talleres. Rondaban entre los 45 a 60 años. Creo que esto se debió a que en la danza contacto no es importante cómo te ves sino cómo se siente la danza. El juicio de cómo me veo bailando baja mucho en este tipo de danza. Es más accesible a otros tipos de personas debido a su movimiento auténtico. Nadie estás juzgando cómo te ves. También trabaja el tema de las relaciones ya que estás todo el tiempo bailando y cuidando a esa persona. En la danza contacto hay un aspecto psicológico bien importante”.
La carga académica y la danza contacto
Danza Contacto se reúne los martes de seis a nueve de la noche en el Edificio de Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP). Aunque el jameo es abierto para todo público, la carga académica que lleva la comunidad universitaria hace que este tipo de danza posmoderna funja como terapia relajante para ellos.
Maidelise narró a PRTQ la historia de una de las participantes de Danza Contacto en la UPR-RP. Según la psicóloga, la joven logró superar sus problemas personales e inseguridades a través de la danza contacto. “Nos contaba que se sentía muy liberada y pudo trabajar con sus incongruencias internas. Se sentía muy agradecida de formar parte de esta experiencia. De hecho, se lo decía constantemente a su psicóloga”, reflexionó.
Maidelise es fiel testigo de los beneficios de relajación y concentración que genera la práctica de la danza. La joven recuerda lo abrumada y cargada que se sentía mientras estudiaba su maestría y doctorado en Barcelona. En el transcurso, Maidelise observó cómo la danza contacto la ayudaba tanto en sus estudios como en su vida diaria.
“A mi me ayudó mucho mientras estudiaba. Me relajaba muchísimo. Me relajaba de las tensiones que uno va cargando en el día a día y a desconctarme”, apuntó la joven.
Trasfondo de la danza contacto
El desarrollo de la improvisación de contacto, mejor conocida como danza contacto, se dio a partir de una pieza de danza creada por Steve Paxton, bailarín y coreógrafo, en enero de 1972. A esta pieza se le llamó Magnesiu y se realizó con 11 estudiantes de Oberlin College, instituto universitario que combina las artes con la ciencia. Además, la danza contacto se ha destacado por combinar ciertos movimientos sutiles con movimientos atléticos- similares al aikido- además de caídas, saltos y rodadas.
Luego de varios meses, Paxton continuó explorando este tipo de danza posmoderna, ensayando con un grupo de bailarines en Nueva York, donde se dieron las primeras presentaciones de danza contacto. Hoy día, esta danza se practica en distintas partes del mundo como España, Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Sobre Némesis Mora Pérez
Periodista y maestra. Posee una maestría en Periodismo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Obtuvo un bachillerato en Comunicación Tele-Radial en la Universidad de Puerto Rico
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