Ante el alza de casos de violencia de género durante la pandemia del Covid-19, la Oficina de la Procuradora de la Mujer nuevamente ha brillado por su ausencia, por lo que un conjunto de organizaciones se han unido para crear una Línea Única de apoyo para las víctimas de violencia machista.

“La Línea surgió a partir de la situación de emergencia, para cubrir un espacio que está vacante por el gobierno. Se trata de una llamada segura y confidencial, en donde las víctimas de violencia de género pueden llamar y recibir las asistencias pertinentes, que van desde servicios psicológicos hasta coordinación de un plan de escape de ser necesario”, explicó José Galarza Flores, coordinador de servicio directo del Proyecto Matria, una de las organizaciones propulsoras del proyecto.

Durante la pandemia, la Oficina de la Procuradora de la Mujer, previamente dirigida por la hoy gobernadora Wanda Vázquez Garced, no ha realizado acciones concretas para atender la violencia de género, incluso cuando se ha visto un incremento de 83% de estos casos en comparación con el 2019 para el mes de mayo.

“Hasta ahora hemos recibido cerca de 900 llamadas de víctimas de violencia que nos explican que la oficina de la Procuradora no contesta o que no se atreven a llamar a dicho organismo debido a que sus agresores trabajan en el gobierno”, mencionó Galarza Flores.

“Sin duda existe un resentimiento con la falta de atención del estado en cuanto a la violencia de género, pero no nos quedamos en la queja, vamos a la acción y la historia demuestra que las organizaciones sin fines de lucro ofrecen apoyo y ayudas que el gobierno, o no puede, pero generalmente no quiere ofrecer, aun teniendo los recursos. Es por esto que hemos hecho el esfuerzo de conseguir los fondos para mantener la línea disponible y hasta ahora ha mostrado resultados”, añadió Galarza Flores.

¿Cómo funciona la Línea Única?

La Línea Única, 24/7 #EstamosParaTi, está disponible las 24 horas al día por lo que las organizaciones participantes se han distribuido los horarios para poder atender el flujo de llamadas en todo momento. Esto se fundamenta en que muchas de las llamadas que recibe la línea son durante la noche, cuando por lo general las víctimas aprovechan la ausencia de su agresor.

Las organizaciones encargadas del proyecto son: Casa Protegida Julia de Burgos, Casa de la Bondad, Inc., Hogar Ruth, el Hogar Nueva Mujer Santa María de la Merced, Inc., el Municipio Autónomo de Caguas y su Programa Oficina de Mujer adscrita a la Secretaría de Desarrollo Humano del Municipio Autónomo de Caguas y el Proyecto Matria.

“Una vez alguna de las organizaciones recibe una llamada, se establecen ‘palabras claves’ que la víctima podrá utilizar para comunicarse con nosotros sin levantar sospechas al agresor, por si estuviera cerca. Una vez podemos establecer una comunicación en donde no peligre la vida o la integridad física y emocional de la víctima, pasamos a coordinar los servicios que se estimen necesarios”, explicó Galarza Flores.

¿Qué servicios se coordinan desde la Línea?

 El trabajo conjunto de las organizaciones ha logrado reunir múltiples servicios que se pueden coordinar con la víctima, entre los que destacan: servicios psicológicos, terapias para menores, alimentos, una lista cosas esenciales para concretar un plan de seguridad, asistencia en manejo de casos de violencia, solicitudes de orden de protección, coordinar un plan de escape y ubicar a la víctima en un albergue.

“En general, se trata de darle herramientas a la víctima para que pueda tomar control sobre su situación. Antes de coordinar cualquier servicio, utilizamos un índice de letalidad, que es un instrumento empírico para que tanto nosotras como las personas que llaman puedan visualizar su escenario real para anticipar posibles acciones”, mencionó el coordinador del Proyecto Matria.

El índice de letalidad utilizado por las operadoras de la Línea Única utiliza indicadores concretos para identificar cualquier factor de precariedad que pudiera ser un detonante de violencia, como podría ser la pérdida de ingresos, falta de tratamiento psicológico o atentados contra los bienes o la persona.

“Generamos este índice tomando como base otros instrumentos mundiales, complementándolos con la cultura y la realidad puertorriqueña y finalmente validándolo con otros profesionales y grupos focales. De esta forma, construimos una escala de valoración que nos ayude a identificar los próximos pasos a seguir”, añadió Galarza Flores, quien explica que estas herramientas son extremadamente útiles para ubicar las necesidades de la víctima, que han sido tan diversas como las personas que utilizan el servicio.

¿Quiénes pueden llamar a la Línea Única?

El Proyecto Matria ha enfocado sus esfuerzos en ofrecer servicios comprometidos con las necesidades de las mujeres, pero también para personas de la comunidad LGBTTIQ+, comunidades rurales y personas sin hogar. Es por esta razón que la línea busca atender las necesidades de toda aquella persona que necesite apoyo.

“Si bien buscamos atender a mujeres, reconocemos que la comunidad LGBTTIQ+ también es víctima dentro de estos procesos. De hecho, una de las poblaciones que más hemos atendido es la trans, en donde se han dado casos de trata humana, hasta asuntos de violencia correctiva donde los padres o personas allegadas buscan forzar su visión de vida en estas personas, como si fuera una enfermedad que buscan curar”, dijo Galarza Flores, añadiendo a su vez que la comunidad trans es una de las más vulnerables dentro de estos grupos, con una expectativa de vida de apenas 35 años en promedio.

Galarza Flores comentó que han recibido peticiones de personas pertenecientes a la comunidad LGBTTIQ+, de mujeres de distintas edades e incluso de hombres. El coordinador del Proyecto Matria añadió que las solicitudes a sus programas de vivienda han tenido un aumento de 75% de personas trans, lesbianas y mujeres; y de un 25% a los programas de vivienda permanente para las personas sin hogar y de diversidad funcional.

La línea es una respuesta, la equidad es el único antídoto

 Aun cuando la línea ha sido exitosa en atender unas necesidades urgentes de una población de víctimas de violencia de género, Galarza Flores insistió en que el verdadero remedio a estas realidades que viven muchas personas en Puerto Rico y en el mundo, es luchar por lograr equidad entre las personas. Esto sin duda alguna comienza con la educación.

“Llevamos años luchando por educación con perspectiva de género. La infancia general que se vive en Puerto Rico es una en donde casi todos los mensajes que recibimos establecen que la mujer vale menos, que se espera que los hombres sean violentos, líderes, imponentes y esto termina por reproducir violencias y agresiones”, puntualizó.

Según un estudio realizado por el Proyecto Matria, en Puerto Rico se asesina a una mujer cada siete días, lo que Galarza Flores compara con un escenario de guerra.

“Se ve lo diferente como algo malo. Es una misoginia internalizada donde no se reconocen las identidades y estas son las violencias estructurales que se reproducen a través de chistes, comentarios que parecen inofensivos y que concluyen en agresiones”, concluyó.

Sobre José Samuel Coss Charriez