Las elecciones en Venezuela
La tensión se sentía en el ambiente. Luego de un intento de golpe de estado a principios de 2019, una economía en acecho y la constante lucha política dentro y fuera del país en torno a su propio destino, el pasado 6 de diciembre del 2020 se celebraron las elecciones parlamentarias en Venezuela. A ellas se conglomeraban al rededor de 14,000 candidatos distribuidos en más de 100 partidos organizados en tres coaliciones distintas. Por otro lado, desde sectores de oposición se hacía un llamado a la abstención electoral. El saldo: la celebración de unas elecciones marcadas por la paz, la participación del 31% del electorado y la composición para enero de una nueva Asamblea Nacional. La distribución: un 61% de los puestos fueron obtenidos por el Gran Polo Patriótico, eje de múltiples partidos del cual participa el partido de gobierno, Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En segunda posición subyace la oposición que decidió no acogerse al llamado a la abstención y en tercera posición queda la Alianza Popular Revolucionaria (APR), eje hacia la izquierda en el cual destaca el Partido Comunista de Venezuela (PCV).
En el proceso electoral venezolano participa, en potencia, un universo de 20 millones de electores distribuidos entre un 51% de mujeres y un 49% de hombres. A diferencia de otros países de la región, y similar a Puerto Rico, la participación electoral es un derecho pero no un deber. Es decir, no se está requerido a pagar una multa de no desear participar. Por otro lado, si algo fue palpable en el manejo organizativo de los comicios electorales fue la presencia mayoritaria del mando femenino del proceso electoral. A ello se le suma la completa tranquilidad en la cual se desarrollaron los procesos electorales donde se logró obtener resultados preliminares al caer la madrugada. El día después, una relativa calma, en la espera de las reacciones mundiales al concluir el acto electoral.
Ello no se hizo esperar. Por un lado, habemos quienes argumentamos que la presente contienda es una válida que tiene como fin la normalización institucional y la descongelación de miles de millones de fondos públicos del gobierno al rededor del mundo y cuya paralización abona a la crisis económica que se vive en el país. Por otro lado, están quienes de entrada descartan el proceso electoral venezolano a raíz de la baja participación electoral. Cabe destacar que no es la primera vez que sucede dicho fenómenos en el país. Para el 2005 la oposición venezolana también convocó a un boicot de las elecciones legislativas, el cual se celebraron con una baja histórica de un 21% de participación electoral. Aún así, las fuerzas que triunfaron tuvieron victorias contundentes posteriores con una alta participación y a nivel mundial se reconoció la validez de su celebración.
De hecho, dicha participación es similar a la de los comicios legislativos celebrados en Rumanía para la misma fecha o a la celebración de ciertas elecciones a cargos legislativos estatales en Estado Unidos. No por ello los organismos internacionales desvirtúan o cuestionan la legitimidad de la transición legal. Si algo hemos observado, no solo con Venezuela sino también con Bolivia, Honduras y Paraguay, es la manera en que se utiliza el cuestionamiento de la legitimidad democrática para forzar cambios de gobierno que respondan a unos intereses y no a otros. Es evidente que habrá diferencia de criterio, a veces antagónicas, en torno a la política implementada en nuestros países vecinos. No por ello debemos abogar, como en un momento ocurrió y continúa ocurriendo, por la invasión militar o la estrangulación económica. En lo que respecta a las elecciones venezolanas, lo que queda claro es que fueron conducidas conforme a sus propias leyes, con su debida transparencia y en total tranquilidad. Dentro de lo que es el proceso venezolano le toca a ellos y ellas, en Venezuela, decidir el curso de sus propios destinos, y nos toca a nosotros y nosotras permitirles así hacerlo.
*Nota – El autor participó como observador internacional en las elecciones parlamentarias celebradas en Venezuela el pasado domingo 6 de diciembre del 2020.
Sobre Francisco Santiago Cintrón
Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers
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