La hipocresía y la homofobía, dos por uno en el Gobierno de Puerto Rico

La hipocresía y la homofobía, dos por uno en el Gobierno de Puerto Rico

La Compañía de Turismo de Puerto Rico recientemente decidió hacer una campaña publicitaria promocionando el turismo LGBTIQA+ en Puerto Rico. Esta campaña provocó revuelo entre la clase política del país y fue catalogada por un senador como una “campaña sexualista y bochornosa”. No podría jamás unirme a las expresiones homofóbicas de los líderes conservadores de los mal llamados “Partido Nuevo Progresista” y “Proyecto Dignidad”. Estas expresiones solamente sirven para aumentar la homofobia, la transfobia y los crímenes de odio en nuestro país. Sin embargo, sí creo que la campaña es bochornosa porque es bochornoso vender a Puerto Rico como un destino LGBTIQA+ cuando no podemos garantizar seguridad, vivienda u oportunidades para la comunidad LGBTIQA+ que reside en Puerto Rico.

Los espacios seguros de socialización y de identidad comunitaria para la comunidad LGBTIQA+ en Puerto Rico son, en su inmensa mayoría, espacios de vida nocturna. Estos espacios son importantes, todo el mundo merece un lugar seguro para el ocio, el disfrute, el compartir social. El problema es cuando el estado priva a su propia ciudadanía de esos espacios para satisfacer la demanda turística. Como un ejemplo concreto, el inversionista estadounidense Tristan Schukfraft compró el Hotel Tryst y discoteca Circo con el fin de “renovar la escena LGBTIQA+” y convertir el hotel y la discoteca en “el centro de la vida LGBTIQA+” en Puerto Rico. Si Schukfraft logra su meta será en gran parte gracias al decreto contributivo que le fue transferido por la Compañía de Turismo. En comparación, hasta hace poco existía en Río Piedras el Lover Bar, que se había convertido en muy poco tiempo en un espacio de resistencia y un hub cultural para la comunidad. El mismo fue intervenido por más de una decena de policías municipales para, alegadamente, verificar permisos. El negocio nunca recuperó ese sentido de seguridad, y cerró. Cuando Schukfraft y la Compañía de Turismo hablan de “renovar la escena” no se refieren a los gustos e intereses de la comunidad local, sino al paladar turístico, en una comunidad histórica y continuamente marginada. Cada vez son menos los espacios que son genuinamente para nosotres en la Isla.

Cuando limitamos nuestra mirada a la vida nocturna de los turistas LGBTIQA+ perdemos de vista que también hacen falta espacios seguros para el descanso, la tertulia, el estímulo intelectual, la contemplación, reflexión, que promueven la organización y movilización comunitaria. He viajado y he vivido en ciudades donde hay bibliotecas, librerías y cafeterías para la comunidad LGBTIQA+ que logran exactamente esto. Son muy pocos los lugares en Puerto Rico que fomentan estos espacios seguros para las personas. Cuando hay una comunidad LGBTIQA+ fortalecida, protegida y organizada, el turismo LGBTIQA+ llegará por sí solo.  (Ya me imagino los comentarios negativos en respuesta a esta columna diciéndome que si tanto quiero estos espacios, que vaya y abra uno; ya quisiera yo, pero como a mí nadie me concede decretos contributivos y capital semilla que proviene de los contribuyentes, dudo que pase, pero voy a seguir soñando, gracias).

Una comunidad LGBTIQA+ fortalecida y segura no tan solo depende de nuestra diversificación cultural y empresarial. También depende de la política, y de la protección de nuestros derechos. Tuve el gran privilegio de colaborar con la senadora María de Lourdes Santiago sobre la RCS 137 que facilita talleres voluntarios sobre la orientación sexual e identidad de género para los maestros de escuelas como una medida preventiva contra el odio, la depresión, el suicidio, la deserción escolar y el sinhogarismo de adolescentes que afectan desproporcionalmente a la comunidad LGBTIQA+. Esta medida es importante para que los jóvenes LGBTIQA+ tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente y participar dignamente en la sociedad. Esos derechos también se extienden a las personas de la tercera edad.

El PS 95 de la senadora Santiago para requerir créditos de educación continua a proveedores y profesionales de salud en temáticas de género y orientación sexual, una medida urgente y necesaria, despreciablemente, fue derrotada en el Senado. El PS 427 de la autoría de las senadoras María de Lourdes Santiago, Ana Irma Rivera Lassen, y el senador Rafael Bernabe, propone declarar la política pública en contra del discrimen hacia los adultos mayores LGBTIQA+ en la vivienda. Este proyecto de ley fue aprobado en la legislatura, pero el Gobernador se niega a firmarlo. Estos tres proyectos son tres muestras de numerosos proyectos presentados en la legislatura por las delegaciones del Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana durante este cuatrienio para proteger los derechos de salud, educación, trabajo y una vida digna libre de discrimen y odio para la comunidad LGBTIQA+. Cuando estos derechos sean accesibles para todas las personas por igual, todo lo anteriormente planteado en esta columna se cae de la mata.

Por lo tanto, sí, estoy de acuerdo que esta campaña publicitaria de la Compañía de Turismo es bochornosa. ¿Con qué cara puede el estado presentar a Puerto Rico como un destino turístico seguro para la comunidad LGBTIQA+ cuando el estado no se preocupa por nuestra seguridad y por nuestra salud? ¿Con qué cara podemos presentar a Puerto Rico como una opción para que las personas LGBTIQA+ vengan a quedarse, cuando hay personas LGBTIQA+ que viven aquí que no saben dónde van a pasar la noche y tampoco saben si el día de mañana podrán quedarse en sus hogares? ¿Con qué cara podemos presentar a Puerto Rico como una sociedad progresista y abierta cuando el estado fomenta el discrimen, el odio y la precariedad, mientras se lava la cara abriendo sus cofres a inversionistas extranjeros? ¿Con qué cara podemos presentar a Puerto Rico como un paraíso cuando para muchas personas LGBTIQA+ vivir en este país es un infierno? A la Compañía de Turismo y al gobierno entero debería darles vergüenza.


Sobre Paul Figueroa

Educador e investigador académico reconocido por sus escritos sobre Puerto Rico y el cambio climático. Actualmente preside el Comité PIP Precinto 1 de San Juan.


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