La posible alianza, o colaboración, entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), es un junte demoniaco. Estas fueron las palabras expresadas por el actual presidente de la Cámara de Representantes, y miembro del Partido Popular Democrático (PPD), al reaccionar ante la posibilidad de un triunfo de ambas fuerzas progresistas por encima del bipartidismo reinante entre el PPD y el Partido Nuevo Progresista (PNP).

La reacción no es para menos. Cualquier análisis de los resultados del último ruedo electoral muestran un bipartidismo decadente y, de haber una colaboración entre el PIP y el MVC, la posibilidad real de una victoria tanto en la capital como en la gobernación.

Pero hay que preguntarse: ¿Por qué acudir a tal caracterización? ¿Por qué volver a los años pasados y chantajear con la religión? La respuesta es clara. La posible colaboración progresista se conforma como Junte Demoniaco en la medida en que no existen otros argumentos disponibles para cualificar negativamente dicha posibilidad. Menos aún existe el juego de pierna disponible para comparar positivamente el legado del PPD como parte de los puntos a enaltecer ante la amenaza de una alianza PIP-MVC.  Entonces se recurre a lo mismo de siempre: al discurso del chantaje y del menos malo.

No es para menos, en los últimos veinte años, el partido de Tatito no solo ha sido uno de los principales causantes de la debacle económica que vivimos al presente, sino que también ha aportado grandemente a la lista de convictos por corrupción. Resulta curioso pues, que quien ahora cataloga como Junte Demoniaco a dos partidos progresistas forma parte también de un partido que se ha visto en las pasadas dos semanas enfrentando varios escándalos por corrupción.

Mientras tanto, tenemos los componentes del Junte Demoniaco llevando a cabo un trabajo fiscalizador que sería inexistente, de no ser por sus presencias en la política del país. Como bien dijo el poeta nicaragüense Rubén Darío: “Ladran Sancho, señal de que cabalgamos”.

No cabe duda de que, ante las debacles de corrupción tanto en el PPD como el PNP, habrán quienes ladren cuando palpan el riesgo de perder sus privilegios. Incluso, no nos extrañemos que se bauticen como componentes de un Junte Santificador que, como bien han hecho en el pasado, acuden a Dios y van a misa cuando les cogen en el acto. Es señal de que vamos por el camino correcto.

Sobre Francisco Santiago Cintrón

Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers