Al mencionar el Fondo Solidario Liliana Cotto Morales, piense en una mano que bondadosamente se extiende para sostener a alguien que, con mucha determinación y esfuerzo, persiste en subir una escalera; es el apoyo que justo necesita para lograr llegar al próximo nivel.

“Yo he hecho muchas cosas, pero me interesaba hacer algo más directo para colaborar con el país que queremos tener. En consecuencia, comencé a pensar en un fondo filantrópico”, cuenta la doctora Liliana Cotto Morales, una reconocida socióloga urbana e investigadora puertorriqueña de movimientos sociales.

Cotto Morales estableció el fondo en la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR), en el 2021, tras jubilarse como catedrática de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras. Su objetivo, otorgar donativos a organizaciones comunitarias sin fines de lucro con programas que fortalecen la participación ciudadana y la educación comunitaria, para lograr transformaciones que estimulan la autonomía, la descolonización y el ejercicio de nuestras múltiples soberanías desde la base comunitaria.

“Por mi trasfondo profesional, me he relacionado con diversidad de organizaciones comunitarias y he visto lo que hacen, y el trabajo que pasan para lograr sus misiones. Me he dado cuenta de que a veces lo hacen ‘a pulmón’”, comparte. “Con el fondo, lo que quiero es ofrecer un apoyo que les permita a estas organizaciones subir un escalón en su proceso de autonomía, ya sea autonomía alimentaria, de conciencia de género o de otro tipo”, agrega.

La iniciativa filantrópica aspira a que la aportación les permita seguir fortaleciéndose hasta que logren que sus causas, a favor de la autonomía y la descolonización, sean sostenibles y no dependan de ayudas temporeras.

Cotto Morales, además, anhela que su acción pueda inspirar a otras personas a hacer lo mismo.

Menciona que la persona que no tenga los fondos necesarios para establecer un fondo, podría reunir a un grupo de amistades dispuestas a aunar esfuerzos por una causa social, particularmente aquellas promovidas por grupos que están en su primera etapa de desarrollo.

“Deseo que más personas puedan mirar esto como una posibilidad, que es una inversión social para organizaciones comunitarias participativas, no asistencialistas, que fomentan la autonomía en diversidad de áreas”, dice.

Capacitan a promotoras comunitarias de violencia de género y agresión sexual

El donativo de $1,000 otorgado al proyecto Centro Paz para Ti en Adjuntas, de la organización sin fines de lucro Coordinadora Paz para la Mujer, se destinó para cubrir estipendios y adiestramientos para las promotoras comunitarias.

Las promotoras del Centro se adiestran para servir a mujeres residentes de Lares, Jayuya, Adjuntas y Utuado, que han sufrido violencia de género y/o agresión sexual, explica Alana Feldman, administradora del Centro. Además, llevan a cabo visitas a las comunidades u otros espacios como parte de su plan de alcance comunitario.

Actualmente, el proyecto cuenta con cinco promotoras en funciones y otras cuatro están tomando adiestramientos requeridos por el Centro para abordar estos tipos de situación –sus servicios son voluntarios, aunque reciben un estipendio mensual. Según estadísticas de septiembre del 2022, las promotoras trabajaron con 32 sobrevivientes de violencia de género, mientras que el alcance comunitario cubrió a más de 150 personas. Los adiestramientos incluyen temas sobre aspectos legales de la violencia de género, confidencialidad, remedios legales ante la agresión sexual, derechos sexuales y reproductivos, manejo de duelo, hablar en público y uso de tecnologías de cómputos, entre otros.

El Centro se estableció en el 2021 en Adjuntas, explica Feldman, porque la Coordinadora identificó un vacío de servicios en esa zona montañosa del centro-oeste, relacionados con la prevención y atención a la violencia de género.

“La realidad es que la violencia de género está normalizada, es común y muy difícil lograr que la gente se movilice para hacer algo porque no han podido identificarlo, decir ‘Esto está mal y voy a hacer algo’. Siempre están en modo de sobrevivir. Tener a alguien que te escuche, entienda, oriente y acompañe es bien importante, y como son personas de su confianza porque son de la propia comunidad, se abre una puerta para que se dé esa conversación; que salga del closet –de la violencia de género– y se rompa el ciclo de normalización y se acceda a recursos”, indica.

La edad promedio de las sobrevivientes atendidas es de 50 años; menos de la mitad reside en una casa de su propiedad; el ingreso principal, de más de 80% de estas, es PAN/TANF; el 63% no ha cursado estudios post secundarios; un tercio no cuenta con transporte propio; y 63% comparten el hogar con sus hijos, hijas, pareja u otros familiares.

“Agradezco a Liliana por la iniciativa, a pesar de que ella siente que aportó poquito, esto hace mucha diferencia; poquito a poquito, eso ayuda, todo aporta. Tomó la decisión de aportar a las organizaciones para construir soluciones comunitarias a problemas comunitarios, es una inversión que crecer como bola de nieve y tiene mucho valor, más valor que la cantidad monetaria que pudo poner. Es una inversión a largo plazo, tiene un impacto mayor de lo que ella piensa o ha podido ver a hasta ahora”, agregó Feldman.

Para conocer más o apoyar, visita Centro Paz Para Ti o escriba a info@centropazparati.org.

Esa primera experiencia, sirvió de trasfondo para repensar la estrategia filantrópica y proceder con la otorgación del segundo donativo.

Fortalecen el desarrollo de periódico comunitario en Caguas

Con eso como norte, el Fondo entregó su segundo donativo a la organización sin fines de lucro y de base comunitaria, Urbe a Pie, para que fuera destinado al proyecto del periódico comunitario, Urbe A Voz. La organización fue creada en el 2015 por residentes del Centro Urbano Tradicional de Caguas, con la misión de revitalizar espacios abandonados o en desuso para promover desarrollo social, cultural y económico en el área –han revitalizado ocho espacios.

El donativo de $5,000 a Urbe Apie le permitió sufragar gastos operacionales relacionados a la producción del vehículo de comunicación, que desde el 2021 publica una versión impresa mensual, con reproducciones en su página de Facebook Periódico Comunitario Urbe Avoz. El periódico busca servir de herramienta para la difusión y promoción de situaciones que afectan a la comunidad, al tiempo que ofrecen soluciones creativas y colectivas.

“Este apoyo filantrópico es sumamente significativo, y más porque viene de alguien a quien respetamos y admiramos. Nos ayuda a fortalecer el periódico y amplificar las voces de la comunidad para que no estén sujetas a las instituciones oficiales. Este apoyo le da poder a la comunidad”, dice Omar Ayala González, fundador de Urbe Apie.

Urbe Avoz es un proyecto desarrollado por cinco personas, imprime 500 ejemplares mensualmente y es una respuesta a la necesidad de tener un medio alternativo que sirva de plataforma para las voces de la comunidad, quiénes son participantes activos en generar el contenido, ya que son los los que mayormente escriben. Entre sus metas está la publicación de una edición digital complementaria de la edición impresa, que es distribuida a principios de mes durante sus actividades, así como en los espacios de sus proyectos.

Ahora en junio, Cotto Morales realizará visitas a los proyectos para ver cómo se han ido desarrollando.

Para conocer más o aportar, visite Urbe Avoz o escriba a urbeavoz@gmail.com. Además, puede comunicarse con la FCPR al 787-721-1037 o escribir a fcpr@fcpr.org.

Reportaje publicado originalmente en la Revista de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico