Es hora de que el ciudadano ordene al gobierno, no al revés
La crisis, la constante imposición de más responsabilidades y cargas al ciudadano y la cercanía de un proceso electoral, propician el momento perfecto para que en Puerto Rico se genere un movimiento sólido de “compromiso participativo”.
Esa es la perspectiva de Ramón Daubón, presidente del grupo Esquel, una organización sin fines de lucro de alcance internacional enfocada en impulsar la democracia y el desarrollo económico sostenible.
“En Puerto Rico”, explica Daubón, “los ciudadanos deben comenzar a moverse, a presentarse, a hacer números, a participar en los procesos políticos, pero no solo eso, se trata de que el ciudadano se haga el propietario de los procesos que se dan en su país. El ciudadano es el dueño de la vida pública, el gobierno viene a servir, así que los ciudadanos tienen que ser los que exijan al gobierno. Los países donde más se da el compromiso participativo son países que ofrecen estabilidad, progreso y paz”.
Daubón es ex profesor de la Universidad del Sagrado Corazón en el programa de maestría para organizaciones sin fines de lucro. Su tesis es que el sistema se ha hecho “sal y agua”, se ha perdido la fe en los partidos tradicionales, en dependencias importantes como lo es la Policía y el Departamento de Salud. Recomienda “inventar un Puerto Rico que no existe”.
“El gobierno debería trabajar funciones que el ciudadano les entregue”, precisó.
Tal es el caso de países como Holanda donde los ciudadanos han sido protagonistas activos en todas las políticas relacionadas al manejo de los diques para prevenir inundaciones.
De acuerdo a Daubón, el primer paso para el compromiso participativo es la organización, que grupos ciudadanos se pongan de acuerdo en cuanto a qué asuntos son los que necesitan atenderse de inmediato y ser trabajados. Por ejemplo, el mejoramiento de los servicios de infraestructura eléctrica y agua –que en días recientes han probado ser sumamente vulnerables– y el manejo de los desperdicios sólidos.
“Se trata de que los ciudadanos exijan y tengan visibilidad en los procesos, que no sea el estado quien convoque, sino que sean los ciudadanos quienes lo hagan”, agregó.
Un repaso a la historia permite identificar la lucha por la Paz en Vieques y contra la marina estadounidense como un momento en el que se dio en Puerto Rico compromiso participativo.
“Definitivamente. En los últimos cincuenta años es el ejemplo más claro. Los ciudadanos se sintieron ultrajados, hubo engagement de muchos grupos que se apropiaron de la gestión”, precisó. También recordó los primeros años de la administración de Luis Muñoz Marín, cuando se creó la División de la Educación de la Comunidad.
“Aquella División era un movimiento revolucionario para promover la educación de higiene, salud y violencia en la comunidad. El fin fue que la gente aprendiera a hacerse dueño. Duró como diez años y se apagó. Hay quien dice que cuando le das voz a la gente, comienzan a formar sus propias opiniones…”.
En resumen, Daubón recomienda lo siguiente: “tenemos que tener el ojo encima a los políticos, que sientan la presión ciudadana, que sientan la fiscalización. La ciudadanía no puede dejar suelta a la clase política, tiene que amarrarla. Debemos comenzar a fomentar el sentido de que nosotros somos dueños de nuestro destino, independientemenete de los colores de los partidos”.
Países como ejemplo
Curitiba, en Brasil, es un ejemplo donde los gobiernos municipales manejan el presupuesto para mantener la infraestructura y el otro presupuesto, el discrecional, para proyectos donde haya participación ciudadana.
Pero ojo, “sucede también que hay tal cosa como las elites participativas, gente que entiende muy bien los procesos, profesionales de la participación, quienes consiguen liderar los procesos, impulsar su agenda y tener el acceso al dinero”.
Daubón menciona también a Cuba, en donde durante el periodo especial, los ciudadanos comenzaron a organizarse para hacerse cargo del control ambiental y de la salud pública. En República Dominicana hay organizaciones de base que se encargan de la seguridad en las zonas rurales.
Sobre Sara Justicia Doll
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