Entonar la historia: el recuerdo de Antonia y el 4 de marzo
Las décadas del 60 y el 70 son recapituladas en varias ocasiones por la Guerra de Vietnam, uno de los mayores desastres de los Estados Unidos durante el periodo de la Guerra fría. Se le conoce a este suceso histórico como un conflicto bélico en donde se enfrentaron el Vietnam del Norte, en ese momento apoyado por la Unión Soviética y los países comunistas, contra el Vietnam del Sur respaldado por los Estados Unidos. Este evento tuvo la consecuencia de que muchísimos puertorriqueños partieran a pelear en tierras lejanas y desconocidas, al ser seleccionados en el servicio militar obligatorio. El saldo fue que muchos perdieran la vida o fueran capturados por tropas vietnamitas.
Mientras nuestros soldaos batallaban al otro lado del continente, en Puerto Rico aumentaba cada vez más la ola de protestas. Por un lado, se alzaba la voz por el descontento ante la Guerra de Vietnam, y por otro lado un sector de la comunidad universitaria protestaba en contra de la presencia del Cuerpo de Formación de Oficiales de la Reserva (ROTC en inglés). ¿Qué es el ROTC? El ROTC se refiere al Programa de Ciencia Militar que se estableció en la isla en 1919 dentro del campus universitario, durante el gobierno militar de Estados Unidos. Los manifestantes puertorriqueños percibían la existencia de un cuerpo militar en los alrededores del campus universitario, además del servicio obligatorio, como un signo de dominación colonial estadounidense sobre Puerto Rico.
Uno de los detonantes de la lucha contra el ROTC, ocurrió la noche del 4 de marzo de 1970, con el famoso caso del asesinato de la estudiante Antonia Martínez a manos de la policía. Durante esta fecha, hubo una fuerte confrontación entre estudiantes y la Fuerza de Choque, en un escenario con la noche alborotada por armas de fuego como truenos letales. Mientras los cuerpos policiales perseguían a los estudiantes por las calles de Río Piedras, Celestino Santiago y Antonia Martínez alcanzaron refugio en un balcón de una residencia, desde donde contemplaron los abusos. Fue entonces que Antonia desató un grito con la palabra “asesinos”, sin saber que causaría un disparo a manos de un policía, atravesando la bala el cuello de Celestino Santiago, y alcanzando Antonia un segundo después.
A pesar de que Celestino sobrevivió, no pasaron más de dos horas para que se anunciara la muerte de Antonia. Meses después, se realizó un juicio contra un policía que aparentemente estuvo presente en los hechos. Sin embargo, fue absuelto por falta de pruebas. Después de este acontecimiento, la figura de Antonia se dibujó como un símbolo de la lucha estudiantil frente a las injusticias que aún continúan su curso marcando estragos en la historia.
¿Cómo vinculamos estos datos históricos con la música? Aquí les dejo al Jíbaro Andrés Jiménez para que entone la historia al ritmo de un seis fajardeño, y cantar en décima puertorriqueña el relato del caso Antonia Martínez.
Sobre Eduardo Rodríguez
Eduardo J. Rodríguez cursó su bachillerato en Historia de las Américas en la Universidad de Puerto Rico. Actualmente se encuentra completando sus estudios en música. El interés por la música lo
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