Luego de la Revolución de mayo de 1810, en el virreinato del Río de La Plata comenzaron una serie de cambios políticos y de poderes. En Buenos Aires, la capital del virreinato terminó reemplazando el poder del virrey por la Primera Junta de Buenos Aires, también conocida como la Junta Porteña o la Junta de las Provincias Unidas. A consecuencia de este golpe de autoridad de los porteños criollos, la sede del virreinato se trasladó a la ciudad de Montevideo, el puerto competidor de Buenos Aires. Hasta allí llegó el nuevo virrey Francisco Javier de Elío junto con sus tropas en 1811. Este nuevo virrey, Francisco de Elío, tenía en sus manos la misión de detener el levantamiento armado de los revolucionarios. Por tal razón, le declara la guerra a la Junta Porteña que gobernaba en Buenos Aires.

Sin embargo, el virrey no contaba con que los porteños tenían como aliadas a las tropas criollas lideradas por José Gervasio Artigas en la Banda Oriental, territorio que hoy se conoce como Uruguay. Durante 1811, sucedieron distintos ataques por parte de los orientales contra las fuerzas realistas españolas, como por ejemplo el Grito de Ascencio y la Batalla de Las Piedras, obteniendo Artigas sus primeras victorias como caudillo revolucionario. Al verse arrinconado por ambos lados, Francisco de Elío, sin ninguna autoridad respetada, decide refugiar el virreinato dentro de la ciudad amurallada de Montevideo, pasando el control del territorio a la Junta Porteña junto con los orientales de Artigas.

Mientras estos sucesos acontecían en la Banda Oriental, en la frontera norte se asomaba la existencia de un tercer rival: los portugueses. Con su poder debilitado en la Banda Oriental, Francisco de Elío decide enviar soldados a la frontera con Brasil para alistar a los portugueses a que invadieran la Banda Oriental por el norte. Entonces, por causa de la nueva invasión portuguesa, la Junta de Buenos Aires y el virrey Francisco de Elío, firmaron un armisticio. Es decir, llegan a un acuerdo de paz transitoria, a través del cual los porteños retiran sus tropas de Montevideo ante la amenaza portuguesa, dejando la Banda Oriental en manos de los españoles y portugueses.

Sin embargo, para José Artigas, el armisticio fue visto como una traición de su aliado Buenos Aires, al ver que negociaron un pacto con el enemigo a sus espaldas. A diferencia de los porteños, Artigas prefirió marchar y enfrentar al rival. Es por eso que convoca a su gente para emigrar hacia el norte, lo que se conoce como el Éxodo Oriental. Al igual que la historia bíblica de Moisés, José Artigas encaminó a su pueblo de la Banda Oriental en una larga peregrinación para establecer su campamento en la provincia de Entre Ríos. Como explica el escritor uruguayo Eduardo Galeano, la gente que seguía a Artigas eran en su mayoría “paisanos pobres, gauchos, indios que recuperaban en la lucha el sentido de dignidad y esclavos que ganaban su libertad uniéndose a su ejército”. Desde su campamento en Purificación, Artigas impulsaría su reforma agraria y a su vez, sentaría las bases políticas para un gobierno federal.

En el año 1812, luego de que se rompiera el armisticio entre Buenos Aires y el virrey Francisco de Elío, las tropas porteñas vuelven a tomar el control para gobernar Montevideo con la retirada del virrey y la calma de la invasión portuguesa. El plan de la Junta de Buenos Aires estaba basado en un gobierno centralista, al cual Artigas se opuso y por su parte creó la Unión de Pueblos Libres luego de la Asamblea del 1813, en donde la Junta Porteña rechazó sus ideales de un gobierno federal.

A medida que transcurrió el tiempo, la Liga Federal de Artigas sembraba temor a los centralistas de Buenos Aires y a los portugueses. En 1816, bajo la complicidad de los porteños, las tropas portuguesas invadieron la Banda Oriental de Artigas provocando una serie de batallas que, a la larga, le proporcionaron la derrota a José Artigas, quien ya vencido, buscó el exilio en el Paraguay.

A pesar de su derrota, José Gervasio Artigas es recordado como el libertador de Uruguay, siendo homenajeado no solo con monumentos, sino también con canciones satíricas como por ejemplo “El Día Que Artigas Se Emborrachó” del Cuarteto de Nos. El compositor y vocalista de la banda rockera, Roberto Musso, explicó en una entrevista que se trata de “una canción que habla en tono sarcástico e irónico de la gesta libertaria de Artigas con unos tragos de más”. Ironía que no fue bien recibida por el Ministro de Cultura de Uruguay, el cual terminó catalogando la canción como una ofensa indigna a la patria. La reacción por parte del público uruguayo fue totalmente contraria, ya que hoy en día saltan a gritos cantando la canción en cada concierto, convirtiendo el tema en un poderoso hit del rock nacional uruguayo.

Sobre Eduardo Rodríguez

Eduardo J. Rodríguez cursó su bachillerato en Historia de las Américas en la Universidad de Puerto Rico. Actualmente se encuentra completando sus estudios en música. El interés por la música lo