David González es profesor en el Colegio de Mayagüez, tiene un doctorado en ingeniería industrial. Enseña estadísticas aplicadas. Lleva casi 30 años como docente. En su tiempo libre es plenero. Pero su tiempo libre es limitado porque siempre tiene algún invento que le ocupa dentro o fuera de la academia. Hace unos años gestó junto a Rima Brusi el Centro Universitario para el Acceso (CUA). El proyecto buscaba atraer de manera efectiva a estudiantes de escasos recursos económicos al Colegio de Mayagüez. “Eso arrancó de un estudio que se realizó en una oficina en la que yo dirigía la investigación institucional”, explica el profesor sobre el estudio que buscaba cuantificar la cantidad de estudiantes de escasos recursos que estudiaban en el Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Se enfocaron en los jóvenes de los residenciales públicos. ¿El resultado? Bien pocos residentes de los residenciales estudiaban en el Colegio, el equivalente al .3 por ciento.

Para remediarlo se creó un programa que incluye tutorías, campamentos de verano, visitar las escuelas, hablar con los estudiantes, ofrecer repasos para el College Board y otros esfuerzos dirigidos a esa población. El proyecto funcionó porque el rector del Colegio en ese momento, Jorge Vélez Arocho, autorizó los fondos necesarios para empezarlo y más adelante la Fundación Carvajal contribuyó con una aportación significativa, de cerca de medio millón de dólares. González ya no es parte de esa iniciativa que se ha extendido a otros recintos pero sigue trabajando en otro tipo de gestión solidaria.

“Lo veo como una documentación histórica que el país necesita en todos los renglones y que no somos buenos en eso”, explica sobre la fundación Enlace Boricua que tiene como propósito principal grabar discos a grupos de bomba y plena que de otro modo no tendrían posibilidad de hacerlo. “La bomba y la plena es el ambiente en el que nos movemos fuera de nuestro trabajo común”, dice, “es una documentación histórica de un trabajo que se hace específicamente en las comunidades más invisbles del país”. González, que es miembro del grupo Sapos del Caño y autor de varios temas populares entre los pleneros como Cuando yo la vi y Marejá de los muertos, se espantó al ver cierta tirantez entre practicantes del género en las redes, así que primero se salió de Facebook y después creó esta fundación para sumar en vez de restar. Inspirado en la lectura de un Fanon recién descubierto para él quiso combatir la mentalidad colonizada apoyando el trabajo de sus compañeros. La idea es que con lo que se recauda de la venta de un proyecto se graba el próximo. Los fondos salen en parte del trabajo de consultoría del propio González. El grupo de jóvenes contó con un grupo de apoyo técnico y profesional -estudio, ingeniería, producción- que era poco probable de otro modo.

“Las cosas que vamos a grabar van a tener contenido y además estos son géneros musicales que no se propagan mucho y que alguien tiene que apoyarlos para que se mantengan haciendo un trabajo de divulgación”, concluye.

El primer proyecto de la Fundación Enlace Boricua es el disco de Los Pleneros de la Cresta, un grupo de estudiantes del recinto de Río Piedras. El disco: Mucho gusto, soy de la isla, se presenta el 7 de mayo en El Boricua en Río Piedras.

Sobre Mariana Reyes Angleró

Periodista y productora de eventos artísticos. Fue editora dominical del periódico neoyorquino Hoy. Ha publicado en El Diario La Prensa, La Ventana de Casa de las Américas, Primera Hora y El Nuevo