El Carril Dinámico
No soy el único. No importa la hora, desde que comenzó la ampliación del carril reversible del expreso entre Caguas y San Juan, en algún área del tramo hemos sufrido un tapón descomunal que no cesa hasta tarde en la noche. Si llueve, peor. Cuando hubo construcciones mayores, quizás el tapón se extendía a los fines de semana. La constante: un tapón descomunal para todas las personas que toman la vía desde el comienzo de la construcción.
Por lo general, cuando se trata de construcciones de envergadura para el mejor provecho de toda la población, un sacrifico como antes descrito es plenamente justificado. Los problemas de congestión vehicular y dependencia en el transporte personal, en la región metropolitana del país, son evidentes. A su vez, es patente la carencia de alternativas colectivas de transporte. Tanto el sistema de autobús como el del tren urbano dejan mucho que desear, además de la inexistencia de un sistema de transporte que conecte con las zonas fuera del área metropolitana. Entonces, de todas las posibilidades que se podrían imaginar he implementar en el espacio que ahora ostenta dos carriles reversibles, lo único que se logró ingeniar fue la ampliación de carriles para vehículos de uso personal. Eso sí, con un costo diferencial de uso sujeto a la demanda, en el cual uno pudiese pagar hasta un máximo de 6.00 dólares para ahorrarse, como mucho, 15 minutos de viaje en la ida y en la vuelta.
En otras palabras, el proyecto por el cual miles de puertorriqueños y puertorriqueñas han tenido que reorganizar sus horarios semanales al enfrentar tapones descomunales solo tiene como fin beneficiar a unos pocos mediante un carril “dinámico”. Es así que se resume, en un carril, el fracaso de un modelo de país. Hace años que vemos la manera en que, con dinero público, se construye infraestructura que solo beneficia a quienes pueden pagarla a expensas del bienestar común. Ya tenemos experiencia con el “carril expreso” de la PR-22 y somos testigos de la manera en que, lejos de bajar la congestión vehicular, la desplaza a las múltiples salidas del expreso. A su vez, observamos que las personas simplemente evitan el carril ante el costo excesivo de su utilización.
Por ello resulta un acto de justicia cínica el que, el mismo día en que se inaugura el “Carril dinámico” se anunciara con preocupación la pérdida de más del 10% de nuestra población en los últimos diez años. Un modelo de país atractivo para vivir es un modelo que parta del colectivo y atienda las realidades de todos y todas. Es un modelo que enarbola los servicios colectivos, incluyendo el de transporte, como soluciones concretas para mejorar la calidad de vida. No debe sorprender que la insistencia, ya por décadas, de un modelo de país que se construye a expensas del bienestar de la mayoría rinda como resultado el éxodo de jóvenes, una caída en la tasa de natalidad y un envejecimiento poblacional. En otras palabras, el “Carril dinámico” que se construye no es, realmente, el de Caguas a San Juan. El “Carril dinámico” es, tristemente, aquel que va de San Juan hacia el exterior.
Sobre Francisco Santiago Cintrón
Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers
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