En los años 50, 60 y 70 hubo una explosión de construcción para urbanizar San Juan y se construyeron proyectos de vivienda en toda la cuenca de río Piedras y las quebradas tributarias. Así nacieron comunidades históricas como Puerto Nuevo, Reparto Metropolitano, University Gardens, Villa Nevárez y otros.

Estas grandes urbanizaciones se construyeron dándole la espalda a los cuerpos de agua del municipio de San Juan, con todas las repercusiones que hoy sabemos que tiene. Además, también se canalizaron las quebradas para ganar espacio para más cemento olvidando la importancia vital de los cuerpos de agua y la naturaleza para la vida misma.

A finales de los años 70 y principio de los años 80 se entendía que había que seguir canalizando los cuerpos de agua para sacar el agua de lluvia más rápido al mar y evitar inundaciones en las comunidades antes mencionadas. Cerca de 40 años han pasado y la ciudad se siguió desparramando en “desarrollo urbano” no planificado y de espalda al río Piedras y sin mantenimiento a las canalizaciones y la infraestructura (sistemas de alcantarillados). El saldo hoy es problemas terribles de infraestructuras, inundaciones y condiciones casi insostenibles para la vida de aquellas personas que han sido víctimas de la mala planificación urbana.

Hoy el Cuerpo de Ingenieros de Ejercito de los Estados Unidos ha revivido un Proyecto de canalización de hace casi 40 años sin integrar a las comunidades y sus reclamos, pero peor aún, sin tomar en cuenta las guías básicas para un desarrollo sostenible ante la situación que se presenta. Este proyecto afectaría aún más el estado natural del río Piedras y desplazaría por vía de expropiaciones entre 100 a 300 viviendas de familias del municipio de San Juan.

Las comunidades se han organizado en un frente común para detener una gran destrucción ambiental y han demandado al Cuerpo de Ingenieros, al Municipio de San Juan y a la Universidad de Puerto Rico para detener este proyecto falto de participación ciudadana y nuevas informaciones científicas para atender los problemas de inundaciones.

El Cuerpo de Ingenieros junto al Gobierno de Puerto Rico deben y tienen que detener este proyecto, reenfocar los recursos para atender el alcantarillado pluvial y reparar las paredes colapsadas en las comunidades donde se canalizó. Además, hay que tener un plan para dar mantenimiento a un proyecto tan grande y necesario en las comunidades de San Juan. La comunidad organizada ha demostrado que está dispuesta al diálogo y a la colaboración.

Es momento de volver a estar de frente al río Piedras y mirar los recursos naturales como parte importante en la vida en ciudad. Además, hay que proteger a las cientos de familias que enfrentan también una crisis de vivienda asequible. Los hombres y mujeres que viven en las comunidades aledañas al río Piedras quieren quedarse en San Juan y contribuir al desarrollo sostenible con participación ciudadana.

¡Pensemos en los próximos 40 años en favor del ambiente y la vida en la ciudad!

Sobre Joel Vázquez Rosario