AMPR convoca a construir un lazo humano en los predios de El Morro el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

(Mensaje leído en la conferencia de prensa en la que la Asociación de Maestros anunció la actividad titulada “Lazo de amor contra la violencia machista”)

Mi nombre es Erika M. García Santiago, soy maestra de la escuela Pablo D. Burgos Marrero, de Corozal y miembro de la Junta de Directores de la AMPR y represento a los miles de educadores que creemos en la necesidad de combatir la violencia en todas sus manifestaciones, principalmente la violencia hacia la mujer, desde la educación en nuestras escuelas, las familias, las iglesias, las comunidades y los medios de comunicación, para cultivar el amor y fomentar la paz.

Nuestra aspiración como país debería ser tener una educación que construya relaciones de respeto, igualdad y cooperación entre los géneros, que afiance una cultura de derechos humanos y que no valide ni reproduzca estereotipos, prejuicios e inequidades.

Sabemos que existen protocolos para la intervención y prevención de incidentes de violencia machista y que actualmente está vigente un estado de emergencia por violencia de género desde enero de 2021 pero todos hemos visto que no han sido suficientes para erradicar este mal social.

Ni el gobierno ni las organizaciones del tercer sector, que llevan décadas en la lucha contra este tipo de violencia y a quienes reconocemos por su labor, dan abasto para detener los casos de violencia machista y los feminicidios en el país.

Como dijo el presidente de la Asociación de Maestros, Puerto Rico debe hacer de la educación el instrumento principal contra la violencia machista porque amar es una conducta que se enseña y se aprende.

Nos corresponde a nosotros las maestras y los maestros hacer de nuestra sala de clases un centro de enseñanza para la paz, equidad, respeto a las diferencias y el cultivo por el amor propio y al prójimo.

De igual forma, estamos llamados a utilizar los métodos de enseñanza y aprendizaje para que nuestros estudiantes, sus familias y comunidades aprendan a identificar, reconocer y repudiar la conducta machista en todas sus formas y expresiones.

Y para eso no necesitamos que el Departamento de Educación nos lo imponga.

A nombre del magisterio asociado agradezco a las organizadoras de este evento y a nuestro presidente por esta iniciativa y confío sea el inicio para, desde la educación, crear conciencia sobre la violencia machista.

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