Cómo añadir factor solidaridad a mi empresa

Cómo añadir factor solidaridad a mi empresa
Proponemos otra forma de incubar el empresarismo y la autogestión económica desde la lógica de la economía solidaria.

Los complejos retos que experimentamos como aldea global requieren desaprender supuestos que se dieron como verdades absolutas. El cambio climático, desertificación de grandes zonas, el aumento del nivel del mar, calor y lluvias extremas, extinción de especies, desigualdad y empobrecimiento masivo, sistemas de salud que atentan contra la vida, acceso limitado a vivienda digna, educación diseñada desde la lógica del mercado y otros tantos asuntos requieren de respuestas holísticas que sean superior a los supuestos que lo crearon.

Muchos de los retos mencionados están íntimamente relacionados a la lógica del modelo económico global. Sin embargo, hay acciones locales que ya hemos activado a nivel micro que están iniciando trasformaciones en todos los rincones del planeta. Ciertamente, todavía somos minorías quienes hemos activado esas prácticas. Y aunque no se recoge la información de esas experiencias, sabemos que están generando cambios importantes.  

En la década de los ’80, desde Chile con Luis Razeto, se propuso otra forma de entender y hacer economía. Este intelectual, autor de más de veinte libros, elaboró una teoría económica comprensiva (TEC) la cual nos permite desaprender las formas clásicas de entender y hacer economía para aprender otra que nos permita poner en el corazón de esta al ser humano, el trabajo y la naturaleza como energías sociales y naturales capaces de sostener todas las formas de vida.

La economía solidaria surge como una propuesta alternativa la cual se hace desde diversos caminos y a diversos niveles. A nivel local proponemos otra forma de incubar el empresarismo y la autogestión económica desde la lógica de la economía solidaria.

¿Cómo añadir más factor solidaridad a una empresa? Comencemos por explicar algunos conceptos que son centrales en el asunto empresarial desde la lógica de la TEC. Una empresa está constituida por una serie de factores productivos. Le llaman la teoría de los factores productivos. En resumen, se trata de los recursos que se requiere para crear bienes y servicios.

¿Cuáles son esos factores? En el pasado estos factores eran la tierra, el trabajo y el capital. Con el pasar del tiempo diversas corrientes han planteado la existencia de otros factores productivos tales como la tecnología y los medios de producción. Las investigaciones del profesor Luis Razeto, en su teoría económica comprensiva (TEC), identifican un nuevo factor productivo que le llamó el Factor C en referencia a la solidaridad presente y operante en la economía y en una empresa.

Desde la TEC se identifican seis (6) factores productivos; la gestión, los medios materiales (producción), el trabajo, tecnología, capital y la solidaridad (Factor C). Son fuerzas productivas que una empresa debe ir perfeccionando. Sin una de estas la actividad económica se atrofia. Así que estas fuerzas están en todo tipo de empresa. Ya sea que estos estén de modo precario o que se estén perfeccionando constantemente.

Ahora bien, de acuerdo con la lógica de quien organiza la empresa es que se organizan sus factores. Por ejemplo, en una empresa capitalista los factores productivos que definen fines y objetivos de esta son el capital y los medios de producción. Los demás factores se subordinan a estos. La empresa capitalista entonces contrata los demás factores; trabajo, tecnología y administradores/as. La solidaridad no la puede contratar. Así que crea estrategias y mecanismos para que la gente trabaje con cierto nivel de solidaridad. Pero nunca se convierte este último en factor organizador. De hacerlo, operaría desde otra lógica. Dejaría de ser una empresa capitalista.

Detengo el desarrollo de estas ideas para hacer algunas precisiones de ideas antes de que se piense que la economía solidaria es comunista o es una economía que está en contra de la democracia, la libre empresa, el libre mercado (el cual hoy no existe por que los mercados están controlados), la libertad, la propiedad privada y demás ideas que solo pretenden demonizar otras formas de organizar la economía y el mercado.

En la economía solidaria creemos en todo esto, pero reconociendo que hoy son solo discursos que no coinciden con la realidad y que requieren una reconceptualización para hacer que la economía este al servicio del bien común y la dignidad humana.

Entender además que el mercado es una construcción social que siempre ha existido y que se puede organizar desde lógicas democráticas y donde el libre mercado y la libre competencia sean realidades y no discursos.

Volvamos a la discusión de lo que es una empresa y llegar a la idea central que deseamos comunicar: la empresa la podemos transformar. Es decir, cambiar su lógica para que no sea un motor de explotación de la gente y de la naturaleza.

¿Cómo hacemos esto? ¿Cómo convertimos la empresa en una solidaria? Primero, facilitar procesos de formación y educación en donde los actores y actrices del proceso empresarial experimenten una metanoia. Es decir, un cambio de paradigmas o modos de entendernos y de entender lo económico. O también le llamo conversión en cuanto desaprendo supuestas “verdades” de entenderme y entender el mundo.

Segundo, integrar al ciclo económico de la producción, distribución, consumo y acumulación de la empresa la solidaridad. Es decir, producir con solidaridad lo que implica que minimizamos el impacto de la explotación de todas las energías sociales, materiales y naturales. Veamos un ejemplo; ¿cómo hace una cooperativa para que en su ciclo económico (producción, distribución, consumo y acumulación) integre más y más solidaridad?

Tercero, ir añadiendo practicas solidarias en cada factor productivo. En la gestión; integrar más formas de participación de todos los que son creadores y creadoras de riqueza.  De esta forma estamos intensificando la presencia y actuación del Factor C (solidaridad) en este factor. En los medios materiales de producción adquiriendo materias primas locales y de calidad. Creando así circuitos económicos solidarios. En el factor trabajo perfeccionándolo cada vez más para que este sea valorado y mejorado en función de la realización plena del trabajador/a. Socializando un saber que es una tecnología que se hace más eficiente cuando se pone en común. El factor capital haciendo que esté al servicio del bien común y de quienes lo producen. Finalmente, el factor solidaridad que se renueva como fuerza productiva en la medida que se intensifica en la empresa cada vez más y mejor.

En fin, se trata de ir transformando nuestras las empresas en actividades productivas solidarias. Eso haciendo que la solidaridad sea el factor productivo central de la empresa. Cada vez más intenso y presente en todo el quehacer de esta.

Para conocer más sobre la economía solidaria y como hacer de esta una nueva forma de entender lo económico, le invitamos a matricularse en el curso virtual, Qué es la economía solidaria… en arroz y habichuelas. Regístrese en https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe5-GgVgfRrVdnVbRvEMjcxO9d8GzmNsmhnbeTjxTNTao558A/viewform para el nuevo curso que inicia el 28 de agosto.


Sobre Nelson Reyes-Del Valle


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