por Katriana Vélez Huertas

Una mirada diferente que integre la presencia del cemento y áreas verdes como una nueva realidad y perspectiva de ciudad es lo que propone el proyecto “CasaTaft169”.

En el número 169 de la calle Taft en la comunidad Machuchal, en Santurce, se encuentra una casa que permaneció abandonada por más de cuarenta años, lo que implicó un sinnúmero de problemas a los vecinos del lugar. Los integrantes de esta comunidad no se quedaron de brazos cruzados y decidieron convertir lo que era un edificio utilizado como hospitalillo por usuarios de drogas, en una casa para la comunidad. “Uno se enamora de estos espacios… la idea es que transformemos estos espacios en espacios de gestión”, comentó Marina Moscoso quien impulsó el proyecto junto a otros miembros de la comunidad.

Actualmente la casa resalta entre las demás por la forma en que está pintada con colores brillantes y un diseño poco tradicional y se está habilitando para eventualmente convertirse en un centro de usos múltiples para la comunidad. Además de su función de casa cívica y espacio de reunión, el proyecto propone una perspectiva de ciudad distinta a la que se conoce en Puerto Rico. Y es que Moscoso tiene una visión muy clara: ayudar a su comunidad convirtiendo lo que era un problema en un bien social a la misma vez que aporta una lógica pro ambiental sin tener que deshacerse del cemento que coexiste en la ciudad.

“Hay que empezar a redirigir la mirada hacia la ciudad y empezar a romper esa dicotomía de que lo verde está por un lado y lo gris está por otro, tenemos que empezar a pensar cómo fomentar la biodiversidad en la ciudad, cómo manejar los temas de transporte, temas de convivencia, de participación ciudadana”, comentó Moscoso.

En noviembre de 2012 una vecina optó por limpiar el espacio frente a la casa y hacer un huerto casero para atraer a los vecinos y de esta forma evitar que el lugar siguiera usándose como hospitalillo de usuarios de drogas. La iniciativa se transformó luego en la necesidad de ocupar un lugar donde poder realizar actividades y reunirse para generar ideas y acciones que pudieran aportar a la comunidad y la ciudad.

Todavía CasaTaft169 no cuenta con el título de la propiedad, ya que al igual que muchas otras propiedades abandonadas tiene una deuda con el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) que CasaTaft no puede asumir. Para atender este asunto se está tramitando el Proyecto de la Cámara 2583 que busca que los municipios puedan heredar las propiedades abandonadas para que de esta forma se extinga la deuda y puedan ceder o vender las propiedades a entidades, grupos comunitarios, entre otros, en lugar de que pasen al Fondo de la Universidad de Puerto Rico, como se estipuló desde la fundación de esta institución. Para todos aquellos interesados en apoyar este proyecto de la Cámara, se redactó una carta abierta para endosar que se encuentra disponible en el blog y la página de Facebook de CasaTaft. En esta parte del proceso ha colaborado la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, en especial, el profesor Gerardo Bosque.

Aunque todavía no tienen la titularidad de la casa, las labores no han cesado. A pesar de que falta habilitar su interior, los alrededores y exteriores ya exhiben un aire de arduo trabajo y compromiso con el espacio. Desde que comenzaron a trabajar para transformar el lugar, CasaTaft está abierta todos los sábados desde las 9:00 de la mañana para continuar con el proceso de habilitarla.

Una vez obtengan la titularidad entre sus planes se incluye crear una biblioteca con un fondo documental especializado en Santurce y abrir un espacio para comerciantes independientes que ya han expresado la necesidad de tener un lugar donde exponer sus productos. Moscoso detalló la intención de tener espacios “flexibles” dentro de la casa para poder realizar distintas funciones y esto lo lograrían mediante el diseño del espacio. “Estas propiedades no se tienen que demoler, por malas que estén si tú las piensas de otra manera, pueden ser espacios de oportunidad”, puntualizó Moscoso.

Integrando la perspectiva ambiental, CasaTaft funcionaría sin utilizar los servicios tradicionales de agua y energía. “Nosotros queremos sustituir este techo por un techo verde… no queremos trabajar con aire acondicionado… trabajar la ciudad supone entender el tema ambiental”.

Moscoso informó que la presencia de personas de edad avanzada ha sido de gran ayuda, quienes colaboran con el proyecto y a la misma vez encuentran en qué emplear su tiempo.

“Aquí siempre se plantea el tema demográfico como una amenaza y que la población está envejecida, pero mi experiencia es que la mayoría de la gente que ha estado en CasaTaft son personas de más de 55 años y son personas que han visto una oportunidad de aportar…”, añadió la urbanista.

Como respuesta a la necesidad de acceso a la Internet que ha expresado este sector, la casa también contará con un espacio de computadoras.

Los niños también juegan un papel importante en el proyecto

Una vez comenzadas las labores en CasaTaft, tuvieron la idea de crear un vínculo entre la escuela de la comunidad, Pedro G. Goyco y el centro cívico. Durante un año estuvieron ofreciendo clases de bellas artes en horario extendido en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo, pero un tiempo después el plantel escolar cerró. El cierre de la escuela provocó que se perdiera la conexión directa con los niños y sus familias.

“Todo eso demuestra lo dramático que puede ser que una comunidad se quede sin escuela”, lamentó Moscoso mientras explicaba que CasaTaft se había convertido en una especie de escuela no tradicional para los niños que iban allí a colaborar.

Aunque actualmente la comunidad no cuenta con una escuela, no piensan desistir ante la posibilidad de seguir atrayendo niños ya que consideran que esto es “un aula abierta de desarrollo de futuros líderes comunitarios” que eventualmente pasarían a relevar a quienes hoy buscan transformar los espacios urbanos rescatando edificios abandonados para un bien social, comunitario, ambiental y económico.

“Nosotros queremos apoderar esta comunidad, que tenga un espacio desde donde poder trabajarse… que CasaTaft no sea un proyecto puntual sino que irradie a nivel del barrio y a nivel del país…”. Eso “es parte de nuestra responsabilidad ciudadana”, concluyó Moscoso.

La autora es estudiante de Periodismo de la Escuela de Comunicación, Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Pertenece al Seminario sobre Periodismo Comunitario que coordina el profesor Luis Fernando Coss.

Para informarse más de CasaTaft169:

Página Web
Facebook CasaTaft169
Todos Somos Herederos
casataft169@gmail.com

Sobre PRTQ-UPR

Los autores bajo esta firma son estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico vinculados al seminario sobre "periodismo comunitario" que imparte el profesor Luis Fernando C