Nota:  Para dar esperanzada bienvenida al 2021 ofrezco una serie de columnas para que sirvan a orientar la  necesaria conversación entre boricuas d’acá y d’allá  sobre quiénes somos, qué tenemos para ofrecerle al mundo y para dónde quisiéramos ir. Esta es la primera, poniéndonos en Contexto.

El mundo sigue girando:  Contexto global

Para darse con un año comparable al 2020 tendríamos que remontarnos a 1917 a la pandemia española, que también cubrió al mundo entero y de cuya zaga surgió un mundo cambiado. Igual ahora, la subsiguiente recuperación en lo económico, político, social y cultural alterará en algún grado a todo el planeta. Además, y en parte como consecuencia, coinciden para el futuro previsible tres fenómenos globales adicionales de cuyo salpicón tampoco nos salvamos.

• reducción o retroceso en el ritmo de la globalización; la laceración de las relaciones de confianza entre países y grupos afectará el tejido de futuras conexiones; la aglutinación en bloques perderá fuerzas y aumentará la tendencia a disgregarse.
• acelerado aumento en digitalización, en parte por habituación y conveniencia tras la pandemia o como reacción y complemento a la desglobalización política, con presiones pro y contra, aumentará la universalización de las comunicaciones y el acceso aa la información;
• creciente rivalidad entre China y Estados Unidos, con China en ascendente, ejerciendo su presencia en nuevas geografías, incluyendo el Caribe y EEUU, se repliega manejando internas tensiones generadas por la evolución de su auto-identidad y su economía hacia mayor diversidad. Los suplidores de materias serán los mayores beneficiarios, Rusia en particular, y el mundo en general requerirá nuevos acomodos.

 Contextos Locales:

Puerto Rico se verá obligado bajo cualquier situación a adaptarse. Su desafío radicará en captar las más oportunidades posibles y maximizar su beneficio dentro de sus limitaciones locales. La componenda de crisis que nos sacudió en las primeras dos décadas del siglo y el subsecuente desbarajuste nos obliga—y a la vez nos invita—a redefinirnos ante el mundo, nuestro vecindario antillano y particularmente nosotros mismos. Está requetepasado y es imprescindible hacerlo antes de meternos al sobado debate del status, el cual que de aquí en adelante no mencionaré.  Ahora, aparte de la pandemia que ya ha forzado innovaciones, se suman otros  factores, viejos y nuevos, a considerar.  A cada uno quisiéramos dedicar una columna en esta serie como TEMAS para dialogar. Son:

• la crisis financiera local: sobreextensión del crédito, resultado de años del mal gobierno y la fundamental inviabilidad de la estructura sociopolítica del país;
• rezagos locales de la crisis financiera mundial: tras nuestro aporte indirecto via la desvalorización de nuestros bonos en fondos de pensiones en EEUU, la caída en nuestros ratings y la incertidumbre del Fed en cuanto a intereses, encareciendo la recuperación.
• mala gobernanza y consecuente corrosión de institucionalidad pública, por décadas instigadoras de opacidad y de tolerancia por la violación de normas y de reglas oficiales.
• el rudo despertar de ver al Congreso ejercitar su poder de patria potestad sobre el país; en efecto quitándonos la tarjeta de crédito al establecer, con toda legalidad, la Junta de Control
• El resquebrajamiento socio-político dentro de Estados Unidos surgido del renacer del movimiento supremacista blanco, que en el fondo no es problema nuestro y que nos cuesta entender dentro de nuestro marco cultural.  No parece ser buen momento para meterse en ese berenjenal ajeno.  Más prudente sería esperar mientras lidiamos con lo nuestro, que requerirá mucho esfuerzo.  De cualquier forma EEUU se encuentra absorto en su crisis y con muy poca disposición para manejar temas más bajos en sus prioridades.
• El afianzamiento de una nueva diáspora boricua más de clase media y joven, concentrada en Florida central y que ganó atención como seducible durante la campaña Presidencial del 2020 aunque todavía en proceso de ubicarse en su nuevo entorno.
• La secuela de huracanes y terremotos recientes que evidentemente fortaleció nuestra fe en nosotros mismos como capaces de logar resultados sin ayudas.
• La reacción popular a la abierta corrupción en los altos niveles de gobierno y la movilización que trajo abajo un gobernador, que aunque dejó intacta la estructura hizo despertar la conciencia activista del pueblo como capaz de tomar acción que trasciende.
• El despabilamiento selectivo en la región antillana, con cambios importantes recientes primero en: (a) Cuba reconsiderando su política monetaria para unificar su moneda como paso positivo además de continuar la apertura a los pequeños y medianos productores, todo abierto a la posibilidad de una reapertura con Estados Unidos, ( b) República Dominicana que demostraba prometedores indicadores antes de la pandemia y que pudiera recuperarse relativamente rápido una vez superada la crisis. Más adelante debería estudiarse con detenimiento (c) al Caribe anglófono que hace frente con más claridad a sus diferencias, según informes de agencias internacionales.

(10)Un positivo sentir profundo de que algo puede y tiene que cambiar; un cambio de mindset y visión de mundo que empieza a manifesarse como consecuencia de todo.

Observaciones generales sobre el método

Buscamos establecer un diálogo amplio on-line facilitado por VAMOS, quien irá señalando hitos en la evolución del mismo a través de los 10 TEMAS arriba listados.  El objetivo es entender nuestra forma de enmarcar y tomar decisiones y manejarla más efectivamente para las disyuntivas que ahora nos urge afrontar.

Esta visión y proceso de diálogo sostenido comienza con discutir lo observable, los patrones habituales de comportamiento y va hurgando en nuestra mentalidad colectiva explorando primero las preconcepciones y prejuicios  que nos mueven a actuar, nuestros intereses, conscientes o inconscientes, que llevan a esos pre-juicios, los valores fundamentales que los respaldan y, finalmente, a dónde queremos llegar, a la identidad individual y colectiva, base de las decisiones y el comportamiento ahora pensada a fondo, vista con claridad y expresada conscientemente.

Sobre Ramón E. Daubón