A la 1:00 de la tarde el pasado 19 de febrero, la Plaza Antonio R. Barceló, localizada en el corazón de Barrio Obrero en Santurce, lucía diferente. Las mesas de dominó y cartas que usualmente ocupan los residentes del barrio estaban llenas como lo es usual, pero a su alrededor la acompañaban carpas de artesanías e incontables mesas con comida, frituras, refrescos y limonadas. Niños jugaban en la grama, y de la tarima se escuchaba una canción de salsa que repetía la frase “Barrio Obrero, qué bonito mi Barrio Obrero” y es que ese domingo se celebró el Festival del Centenario de la Fundación de Barrio Obrero, el más antiguo de todos los barrios de Santurce.

El Festival, organizado por la Junta Comunitaria Barrio Obrero se Reinventa, celebra los cien años de la fundación de la comunidad más poblada de todo Santurce. Awilda Camacho Llanos, presidenta de la Junta Comunitaria y coordinadora del evento, menciona que la meta del evento es unir a la comunidad. “Tenemos un nuevo barrio, con gente que desconoce la cultura, su historia emblemática y toda la gente que ha salido de aquí. Hay que tener orgullo del barrio, y de eso trata el Festival”, afirmó Camacho Llanos.

Así también lo afirmó Carlos López, de 69 años, que estaba sentado en una esquina de la Plaza, chocando sus manos contra sus muslos al ritmo de la música que sonaba desde la tarima. “Barrio Obrero es algo distinto a los demás. Cuando yo me crié, siempre fuimos una hermandad, y veo que eso sigue. Hacía mucha falta que se hiciera esto, porque de aquí han salido muchas estrellas y grandes personalidades y hace falta celebrarlo.” López se mudó de Barrio Obrero cuando tenía 18 años, pero menciona que siempre hace el esfuerzo de regresar a visitar la comunidad que lo vio crecer.

Algunas de las figuras reconocidas en el Festival fueron el economista Juan Antonio Lara Fontánez, el voleibolista Julio Enrique Mercedes Tirado, el académico Carlos Severino Valdez, la activista Antonia Pantoja y el periodista Felipe Gómez Martínez, quien representó a la gran comunidad de dominicanos que se ha establecido en el Barrio Obrero.

El Barrio es el hogar de una de las poblaciones dominicanas más grandes de la isla. “La aportación de los dominicanos al Barrio Obrero y su revitalización no se contabiliza solo por el incremento en número de habitantes, sino en la apreciable aportación que en diversos renglones han hecho y hacen al sector”, menciona Ramón Darío Jiménez, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Dominico-Puertorriqueña.

Mientras pasaba el día, más personas llegaban a la Plaza, sea para escuchar alguna de las presentaciones artísticas, que incluyeron a la Tuna de la Universidad de Puerto Rico, la plena de Marcelo Matos y Roberto Ortiz, Welmo, el Grupo La Fogata, TACUAFAN y el Ballet Folclórico Internacional Majestad Negra de Loíza, o para admirar y comprar en una de las muchas carpas de artesanías, que se veían cada vez más ocupadas.

Lucy Cruz Rivera, de 63 años, ha vivido toda su vida en Barrio Obrero. Después de retirarse de una carrera en el Gobierno de Puerto Rico hace seis años, se ha dedicado a vender sus artesanías en eventos como el Festival. “Este evento da a conocer que se hacen cosas buenas en la comunidad y nos unifica, porque el Barrio Obrero es inmenso. Nos hemos unido todos, no nos importa de dónde ni nacionalidad, ni género ni nada. Aquí vivimos en paz y todo el que quiera venir a hacer cosas buenas siempre será bienvenido”, puntualizó Cruz Rivera con una sonrisa dirigida a su tía y a su madre, sentadas a su lado.

El Festival continuó hasta las 8 de la noche, con música, rifas, juegos y mucha comida. El ambiente nunca dejó de ser uno familiar y de unión comunitaria. Entre los brincos de los niños en la grama, los dominós chocando en la mesa y un grito de “¡Capicú!”, se cerró el primer Festival de la Fundación de Barrio Obrero, con esperanzas de que este y otros eventos culturales logren unificar y celebrar esta histórica comunidad.

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