Avanzan posibles vacunas para el COVID-19

Avanzan posibles vacunas para el COVID-19

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Marcos Ramos Benítez, PhD, tras analizar muestras de pacientes de COVID-19.

La comunidad científica evalúa posibles modelos de vacunas para tratar el COVID-19, pero resulta difícil establecer una fecha concreta para la aprobación final de estos tratamientos.

“Ahora mismo hay sobre de 70 candidatos (modelos de vacuna) siendo evaluados, muchos de ellos están en fase preclínica. Hay algunas que han pasado ya a la etapa de ensayo clínico”, expresó el microbiólogo e investigador del National Institute of Health (NIH en inglés), Dr.Marcos Ramos Benítez.

La Food and Drug Administration (FDA en inglés) establece una serie de etapas para la aprobación de medicinas y productos relacionados a la salud. La primera consiste en experimentación con células y modelos animales en laboratorios. Luego se solicita autorización a dicha agencia para entrar en la fase clínica, con humanos, durante la cual se busca garantizar la seguridad y la eficacia del producto. El proceso de evidenciar la eficacia conlleva una primera parte en la que se prueba el medicamento con una muestra pequeña. Si cumple con los requerimientos, se experimenta con una muestra más grande.

Al momento hay tres posibles vacunas en la fase clínica. De estas, una se encuentra en la etapa de ensayo de seguridad, mientras las otras dos están siendo evaluadas en la fase de eficacia. Sin embargo, esto no supone que estarán disponibles a la población en general dentro poco tiempo.

“El término de cuán cerca estamos de tener una vacuna es relativo. Uno podría decir que fase uno (ensayo de seguridad) está cerca, sin embargo, la realidad es que eso pueden ser dos o hasta cinco años más de trabajo. Depende de cuán bien o cuán fácil sea llevar acabo los estudios de eficacia”, señaló Ramos Benítez, quien se especializa en enfermedades infecciosas.

Los protocolos de aprobación de medicamentos y otros productos de salud varían según el país. En ese sentido, es posible que se desarrollen tratamientos o vacunas para detener el COVID-19 previo a que se aprueben en Estados Unidos. Puerto Rico está sujeto a las regulaciones de la FDA debido a su relación colonial con Estados Unidos.

Diversos países están utilizando otros tratamientos ante la falta de una vacuna. El Interferón Alfa 2B figura como una de las alternativas. Este medicamento, desarrollado en Cuba, interrumpe la reproducción viral a la vez que fortalece el sistema inmunológico. Dicho tratamiento se utiliza para combatir varias enfermedades, incluyendo distintas versiones del coronavirus

Según Ramos Benítez, la efectividad del Interferón frente al COVID-19 se probó en estudios controlados en laboratorios. Sin embargo, en Estados Unidos no se ha experimentado con modelos animales, lo cual forma parte de los requerimientos de la FDA. Aún así, publicaciones académicas recientes confirman la efectividad de este tratamiento ante el COVID-19.

“Se escribió un artículo hace poco y dice que no importa que no haya un modelo animal al momento. Como sabemos, esto es para las regulaciones de Estados Unidos. Hay otros países que no tienen ese tipo de regulaciones y se ha mostrado su eficacia. Lo utilizaron, vieron que funcionaba y de ahí se riega su uso”, señaló Ramos Benítez.

Cabe destacar que la efectividad de los medicamentos no es uniforme, por lo que los protocolos de aprobación deben ser muy rigurosos al analizar cómo reaccionan distintas poblaciones a los tratamientos. De igual manera, los tratamientos y medicinas no necesariamente reaccionan de la misma manera ante las variaciones de cada enfermedad. Según Ramos Benítez, es por esto que se deben mantener altos estándares regulatorios que eviten otras complicaciones.

La disponibilidad de tratamientos médicos no se limita a la aprobación del medicamento por la FDA. Tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico median consideraciones de mercado debido a la dinámica de negocios que caracteriza los sistemas de salud de ambos lugares. El distanciamiento social y la realización de pruebas masivas continúan siendo la estrategia principal para enfrentar la pandemia del COVID-19 a nivel internacional.

En Puerto Rico se han realizado 12,680 pruebas (hasta el jueves), cifra que según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico no es suficiente para tener datos y proyecciones certeras.

Nota: Las expresiones realizadas por el Dr. Marcos Ramos Benítez fueron en su carácter personal, por lo que no necesariamente representan el sentir de la NIH. 


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