Lo escuchamos todos los días. Inclusive hay personas que siguen el trayecto en vivo y todo color del número de aviones comerciales que van llegando a la isla. Con ello, traen una denuncia que a primera vista luce más que razonable, la necesidad de cerrar el aeropuerto.

Es entendible, ya sobrepasamos los 700 casos positivos, no hay indicios de que hayamos sobrepasado el pico de la curva y cada vez el gobierno impone más medidas punitivas en contra de nuestra gente. Sin embargo, antes de cerrar el aeropuerto creo deben considerarse otros factores.

En primer lugar, es harto conocido que nuestra isla importa más del 80% de lo que consumimos diariamente. Esto incluye comida, ropa, medicinas, equipo médico, combustible, maquinaria, etc. Por tal razón, es imposible frenar el transporte marítimo y aéreo de nuestra isla. De hecho, países que cuentan con una mayor producción nacional y mayores recursos que el nuestro se encuentran en una situación similar. Simplemente no es sostenible el cierre total de fronteras. Resuelto ese argumento, procedo a concentrarme en el argumento por la prohibición total de los vuelos comerciales de pasajeros.

Somos un pueblo migrante dividido entre dos países. Se estima que somos alrededor de 3.2 a 3.3 millones de personas en la isla y vamos para aproximadamente 4 millones en EEUU. Esto sin contar la población boricua que se encuentra viviendo en otras partes del mundo. Por tanto, al momento, somos una nación que trasciende nuestro territorio a tal nivel que somos más afuera que dentro del archipiélago. Esta realidad, causada por la crisis colonial que llevamos aguantando por años trae consigo como norma que para la gran mayoría que vivimos en la isla nuestra familia inmediata está dividida. Algunos vivimos aquí, muchos otros vivimos allá.

Entonces cabe preguntar: ¿Qué ocurre con el hijo que vuelve a su isla a cuidar de su mamá o sus abuelos? ¿Qué ocurre si alguien en Puerto Rico muere y su hermana, o su papá o su hijo debe volver a encargarse de los procesos posteriores? O a la inversa: viajar a EEUU a atender a un pariente y no se tenga los medios económicos para quedarse y la persona deba regresar. ¿Qué ocurre con quién se fue buscando trabajo, lo pierde a raíz de esta crisis y tiene que volver porque no tiene apoyo a su alrededor? Estas preguntas son importantes porque tienen que ver con nuestra humanidad. Es decir: ¿hay situaciones que justifican el transporte aéreo de regreso o no las hay? ¿Toda razón es injustificable aun cuando ya andamos enfrentando de lleno la pandemia? ¿Solo es posible el regreso de boricuas o ello incluye quienes tengan lazos en la isla? (La población estadounidense y dominicana, por ejemplo).

Esto no significa que  se debe dar paso indiscriminadamente a todo vuelo que venga por cualquier razón. Es obvio que es una irresponsabilidad permitir que vengan personas cuyo único fin es turistear y aprovechar los pasajes baratos. Es importante regular el tráfico aunque siendo sincero no sé si el impacto al momento sea mínimo. Puedo estar equivocado. Quizás si el gobierno hubiese tomado medidas de esta índole para “spring break” la realidad fuese otra. Lo cierto es que no tenemos información sobre las razones por la cual la gente está regresando a la isla. Esta falta de información es un problema que no sufre únicamente el tema del aeropuerto, lo vemos en todos los asuntos que son claves para enfrentar la crisis.

Por último, no podemos dejar pasar que somos colonia de los Estados Unidos. Por ende, para efectos de las fronteras, la decisión de cuándo o no cerrarlas es exclusiva de los federales. Más aún, al pertenecer a EEUU y ser parte de su frontera hay limitaciones a los frenos que se puedan poner al movimiento dado a que puede afectar el “comercio entre los estados y territorios”.

El control que tenemos es mínimo, pero aun así, más pequeña es la voluntad política para explorar el poder que tenemos en beneficio de nuestra gente.

En fin, hay curas que salvan y hay otras que son más malas que la enfermedad. En el presente caso, más allá de abogar por el cierre total hay que buscar las opciones para garantizar que no ocurran abusos similares a los que andamos viendo en tiempos de cuarentena. Nos toca exigir.

* El autor es Copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano.

Sobre Francisco Santiago Cintrón

Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers