“La jerarquía de las sustancias ha quedado abolida, una sola las reemplaza a todas: el mundo entero puede ser plastificado”. Este fue el pronóstico de Roland Barthes a una sociedad que ha producido más plástico en los últimos diez años que durante todo el siglo pasado.

Debido al crecimiento de la sociedad industrial, la ciencia y la tecnología el ser humano vive rodeado de objetos plásticos que antes no eran una necesidad. La producción de este material se disparó en tiempo acelerado. Turquía, Rusia y China ocupan los primeros lugares de los países que exportan materiales plásticos, mientras que Estados Unidos entra en la lista de los más que consumen. En cifras del 2010, en el mundo se producen alrededor de 265 mil millones de toneladas. De las cuales solo el cinco porciento se recicla ¿A dónde va el resto?Hay enormes cantidades de pedazos de plástico en los océanos del mundo, constituyendo una gran parte de la basura que es acumulada por las corrientes marinas. En el centro del Pacífico Norte flota un gran vertedero conocido como la Isla de Plástico o Isla basura. Uno de los principales problemas es que el material no tiene un ciclo natural que lo degrade. “Aunque pasen miles de años y se rompan a nivel microscópico, siempre seguirán siendo plásticos”, explicó Amira Odeh, egresada del Departamento de Geografía de la Universidad de Puerto Rico.

Miles de animales son afectados por la basura que el ser humano lanza a los cuerpos de agua, según un reporte de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA por sus siglas en inglés). En nuestra isla el reciclaje es casi nulo por lo que no hay una contribución significativa para atacar el problema de la contaminación. Para la geógrafa, en Puerto Rico existe un gran desconocimiento sobre lo mucho que puede hacer un individuo para reducir el uso de los plásticos. Además reconoce que en el país hace falta educación comunitaria y legislaciones  para reducir su consumo. En noviembre del año pasado, la Cámara de Representantes aprobó una propuesta para prohibir el uso de bolsas plásticas en los comercios. El proyecto del representante José L. Báez Rivera está siendo considerado por la Comisión de Recursos Naturales y Ambientales del Senado. De convertirse en ley, Puerto Rico se uniría a países como Canadá, Dinamarca y Australia donde se han aprobado medidas para la eliminación de las bolsas plásticas.

La Universidad de Puerto Rico tomó acción sobre este tema tras la campaña “No más botellas” de la Sociedad Eco Ambiental del Recinto de Río Piedras. La iniciativa comenzó en el 2010 tras un proyecto de investigación que pretendía medir el conocimiento del estudiantado sobre el problema del agua embotellada. Los datos arrojaron que en el Recinto se consumen aproximadamente 60 mil botellas cada mes. Esta cifra es demasiado grande en comparación con la cantidad de contenedores para reciclaje que existen en la universidad. Sometido el informe, se logró que la Junta Universitaria y el Senado Académico aprobaran la propuesta de eliminar la venta de agua en botellas plásticas que entrará en efecto en octubre de este año.

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