Rosendo: una vida transformada
Se acaba de quedar sin casa. Y por jugadas del destino también sin papeles, sin licencia o documento de identidad. Lo que implica que la entrevista de trabajo que tenía se le fue a pique: sin papeles no hay trabajo. Pero sin trabajo no hay dinero. Y sin dinero no hay casa. Ni ropa… A veces ni comida.
Rosendo Cabezas es un hombre enérgico, de palabras claras y firmes. Ha vivido mucho, como él dice, y en su momento fue usuario de drogas. Pero ya no. Lo que declara con mucho orgullo mientras muestra sus resultados de laboratorio.
Ahora su reto es otro. Su reto es sacar copia de su licencia y con eso poder conseguir un trabajo y potencialmente un nuevo hogar, el cual perdió (junto a su licencia) tras un rompimiento.
Rosendo conoce muy bien de Iniciativa Comunitaria, organización sin fines de lucro (OSFL) con más de veinte años de trabajo en proyectos de salud comunitarios dirigidos a “miles de personas a quienes por prejuicios e ignorancia se les ha cerrado la puerta a los servicios regulares de salud”, según describe su página web.
“Es de las pocas que sirven“, cuenta Rosendo, “las del gobierno son malas“. Ejemplo concreto: en una de esas ironías perversas de la vida, ahora que Rosendo está libre de drogas su logro se ha convertido en impedimento. Por no ser “usuario” no cualifica para recibir servicios de instituciones gubernamentales como Casa Nuestra Gente.
“Lo que hacen es imposibilitar a la persona“, afirma, ya que esta agencia que provee comida y albergue a personas sin hogar solo recibe a usuarios de drogas. “¿Que tu quieres? ¡Que yo vuelva y vaya al punto!”, expresa con frustración.
Quién ha estado ahí para apoyar ha sido Iniciativa Comunitaria, dirigida por el doctor y salubrista José Vargas Vidot.
En todo momento, Rosendo cuenta, la respuesta de Vargas Vidot ha sido “Aquí estoy yo“. Y eso ha sido una ética que se traduce en el trabajo del voluntariado de Iniciativa Comunitaria. El mismo Rosendo, desde hace más de una década, colabora con los programas de Iniciativa Comunitaria.
Eso pasa con frecuencia, aclara Rosendo. Las personas reciben ayuda de la organización y luego se integran, o a veces se integran primero y después cuando necesitan reciben ayuda. “En lo que tú vas progresando estás ayudando al otro”.
NOTA EDITORIAL:
En esta colaboración entre PRTQ y Espacios Abiertos (¡EA!) estaremos presentando algunas de las voces ignoradas en este país. Son los más de 700,000 puertorriqueños y puertorriqueñas que reciben (y buscan) servicios de las organizaciones sin fines de lucro (OSFL) en Puerto Rico. Son los niños y jóvenes que necesitan un apoyo tanto en sus escuelas como en sus hogares para salir adelante, son las personas que necesitan rehabilitación, son los sin techo, los sin trabajo, los sin plan médico… a veces hasta sin papeles… son las miles de caras anónimas que procuran superarse en medio de un país en crisis.
Sobre Diana Soto de Jesús
Únete a nuestra comunidad y apoya a PRTQ
Para continuar haciendo nuestra labor de forma económicamente sustentable, contamos con las contribuciones de nuestra membresía.
Por tan solo $5 al mes, nuestra membresía recibe un email mensual con un resumen de todos los artículos que publicamos ese mes, y tiene la habilidad de dejar comentarios en los artículos en nuestra página web y participar así de la conversación que generen nuestros y nuestras autores y autoras.
Comments ()