NEPAL tembló y salió a la luz
Nepal tembló y con él todos los recuerdos de dos tierras que han estremecido mi vida. Nepal y Haití sin saberlo se han hermanado en el dolor y en la ausencia de muchas cosas que para nosotros los boricuas son un derecho básico y fundamental pero no lo son para ellos. Se han hermanado en los recuerdos y las experiencias difíciles que han redirigido/reafirmado mi vida personal y profesional hacia el servicio. El pasado 25 de abril, no solo se abrió el suelo en la tierra de Buda, se abrieron las cicatrices de un país en desarrollo y cuya existencia muchos ignoraban.
Nepal tembló y la realidad de una cultura hermosa salió a la luz.
Caminar por las calles de Nepal es una experiencia sublimemente contradictoria. Al igual que en Haití, el polvo y la contaminación abruman los sentidos de tal manera que puedes perder de perspectiva la magnificencia de ambos países. Su principal capital, su historia y su gente; su obstáculo más grande, la corrupción de un sistema gubernamental controlado por unos pocos, por aquellos que consciente e inconscientemente anteponen la sed de poder a la solidaridad. Al igual que en nuestro Caribe, la corrupción política es su principal opresor.
Un panorama difícil de por sí se ha tornado en una pesadilla. Previo al terremoto, los servicios de electricidad y agua potable eran regulados y suspendidos por varias horas al día, todos los días. Hoy la gran mayoría de la población en Katmandú se ha quedado sin un techo seguro o lo ha perdido todo. No hay agua ni comida.
Esta tragedia me ha estrujado el alma. En el tiempo que estuve en Nepal eché raíces y conservo muy cerca de mi corazón a gente maravillosa que reside en el país y que está pasando por un momento muy duro. Hace exactamente dos años respiré su aire, me elevé en su buena vibra y alegría. Tanto así que cuando me contagié con Meningoencefalitis en un viaje de trabajo que tacharía uno de mis deseos en el ‘bucket list’, se convirtió en la experiencia de sanación más importante de mi vida.
No fue fácil superar la gravedad de la enfermedad. El sentimiento de soledad al estar tan lejos de casa intentó hacer sus estragos, pero la solidaridad de tanta gente bella en Nepal y Puerto Rico me dio fuerzas para sanar y transformar esta experiencia en una de gran aprendizaje. Nepal me ayudó a reconocer que para dar hay que saber recibir, el acto del servicio no es completo sin la persona que da pero sobre todo sin la persona que recibe.
Aprendí que todo en la vida es efímero, reconocí que la belleza de la vida es el proceso mismo. Que lo que realmente cuenta es el aprender a valorar y agradecer ese tiempo y espacio en que estamos presentes, conscientes, vivos. Los templos y espacios sagrados que se hicieron arena en Nepal ya cumplieron su propósito en la Tierra. Su pérdida nos estremeció la mente, el cuerpo y [hasta el tuétano] para recordarnos la impermanencia de este plano terrenal. Todo es efímero y lo que realmente cuenta es el Hoy.
¿Qué hiciste hoy? ¿Cuántos abrazos repartiste? ¿Cuánto bien hiciste por los demás? ¿Cuál es la huella que dejarás en tu País y en el mundo?
Comencemos por Nepal. Dona lo que puedas. No importa la cantidad, solo hay una condición: que tu donativo vaya acompañado de tu deseo más genuino de paz y bienestar para las personas que lo reciban.
Hoy nuestros hermanos y hermanas en Nepal necesitan que les abracemos y demostremos lo que ya sabemos y comprobamos con el terremoto en Haití: que Puerto Rico es un país solidario, que cuando hay necesidad no tardamos en acudir a las trincheras cargados de la misma compasión y el mismo amor solidario que nos hace grandes ante la adversidad. Que somos un pueblo que ama y lo demuestra dando lo mejor de sí.
Abracemos a Nepal como lo hicimos con Haití y enviemos todas nuestras buenas intenciones, oraciones, meditaciones y buena vibra a esa tierra tan lejana pero a la vez tan cercana.
Sé que hay mucha información confusa sobre la forma correcta de ayudar y donar, sobre todo por la indignante experiencia en Haití y todo el dinero que se perdió en la burocracia de las ONG internacionales más ‘populares’, que absorben la mayoría de los donativos. Con esto en mente, les invito a hacer su donativo a las organizaciones de base “grassroots” que proporcionan atención directa a las víctimas. Aprendamos de los errores cometidos en Haití y apoyemos los esfuerzos de las organizaciones que ya están trabajando en el país.
Comparto algunos enlaces de organizaciones recomendadas por mi amigo Gilberto Santos, puertorriqueño que en estos momentos se encuentra trabajando en Nepal junto a su esposa en el suministro de ayuda humanitaria de emergencia, y por amigos nepaleses muy cercanos al desastre.
Seamos solidarios y demos una mano. Les puedo asegurar que la gente de Nepal son las personas más caritativas y humildes que conozco, son una luz brillante en este mundo. Seamos luz también.
Recursos en las redes sociales:
Facebook:
Nepal Earthquake 2015 Relief Effort
Pray 4 Nepal y en la web: http://pray4nepal.org/
ONG’s recomendadas para hacer su aportación monetaria:
Tags:
#Nepal #SupportNepal #Pray4Nepal #NepalEarthquake #RebuildNepal #SolidaridadCaribeñaconNepal
Sobre Liza Morales Ortiz
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