Las velas de Puerto Rico

Las velas de Puerto Rico

Debemos ver a los jóvenes, no como botellas vacías que hay que llenar, sino como velas que hay que encender. Roberto Chafar

Seré precisa. Estoy orgullosa de ser joven. Estoy orgullosa de todos los jóvenes que marcharon el pasado jueves. Estoy feliz de ver las protestas y las propuestas.

En la campaña eleccionaria, muchos dijeron que los jóvenes no votaban, que se iban para la playa. Fueron aludidos y convocados. Recuerdo la fila que le daba la vuelta a la cuadra a la Comisión Estatal de Elecciones. Estoy clara, la mayoría de mis amigos se han ido. La válvula de escape de Puerto Rico se llama aeropuerto Luis Muñoz Marín. A veces pienso que el miedo a perder el pasaporte viene intrínsecamente relacionado al miedo de no tener opción que quedarse, el no poder “escapar”. Pero es que nadie quiere irse de su tierra, pero a los jóvenes se nos hace más duro. La ley de la PROMESA/Pobreza lo primero que propuso fue reducir el salario mínimo a $4.25. Escuchamos que necesitamos tener un bachillerato, luego una maestría y allí van miles desfilando con togas, celebrando su esfuerzo y quedándose en la casa de sus padres para ahorrar y ver si alguien honra con una paga justa, su conocimiento. Buscas trabajo y te piden experiencia y ¿quién te da la primera? Y si la tienes, y tienes mucha experiencia y estudios, te viran por “sobrecualificado”. Pero eso es sólo lo que escucho, voy a ejercer el testimonio.

Trabajé de voluntaria en un periódico de prensa comunitaria cuando tenía 15 años y luego, mi primera experiencia en prensa profesional, fue en el 2006 con Nancy Pelosi, gracias al Internado Córdova y Fernós. Me gradué en el 2008 de la UPR en Información y Periodismo. Quería diversificar mi conocimiento y solicité en dos universidades en Estados Unidos por sus programas de periodismo internacional. Me aceptaron en Miami, el Florida International University. Completé mi maestría en año y medio en periodismo investigativo especializado en multimedios. La mayoría de mis compañeros eran de América Latina, pues ese programa es mayormente en español. Tuve experiencia en Telemundo, América TV y luego me mudé a Washington, DC. Trabajé allí en el Washington Hispanic y el equipo de prensa de la Organización Mundial de la Salud. Recibí la carta de aceptación a un programa doctoral en Puerto Rico y volví. Desde el 2011 estoy aquí, directora de prensa de un político, maestra, profesora, directora de una comisión, candidata y nuevamente, periodista. Eso es un gran resumen, pero quiero enfocarme en esta última experiencia.

Si bien hay personas apáticas, hay miles que se levantan a construir a Puerto Rico y para hacer, es clave tener fe. He conocido también gente que fue activa en su juventud y que como le “pusieron el pie” tantas veces, se frustraron y dejaron de tener ese ímpetu de seguir intentando. Un grupo de jóvenes me acompañó en lo que muchos consideraron una locura, correr. Pero esos jóvenes trabajaron más que nadie, porque por fin, alguien les decía: creo en ti. Quieren un espacio, tienen una voz, quieren que los alienten, no que los decepcionen. Vi también el lado del prejuicio. Pensar que la edad representa una incapacidad para hacer, ¡y ni hablar si eres mujer! Por una parte, la gente quiere cambios, por otra eligen lo mismo porque les da menos miedo. El miedo es el mayor adversario y lamentablemente las peores batallas las libramos contra nosotros mismos. Mira las vueltas que dio la vida, no estoy haciendo leyes, pero estoy creando espacios. Es casi el mismo proceso, recopilas necesidades, las expones, le buscas soluciones. Estoy recopilando información para que la tengas en tus manos. Por eso amo el periodismo, porque la información es poder y eres una persona poderosa. Tengo la certeza que los buenos somos más y que necesitamos un espacio para reunirnos y discutir todo aquello que nos une, dejando al lado lo que nos diferencia. En la adversidad puede haber unidad.

Hay unos cuantos que no entendieron qué pasó en las asambleas ni en el Capitolio, criticaron a la joven que encaró al gobernador y criticaron a los que protestaron. ¿Saben qué? Se atrevieron, esos jóvenes fueron, se levantaron. ¿Tienen fama de que protestan? ¡Al fin alguien se congrega y levanta! Como dijera Martin Luther King, el problema no son los malos, son los buenos que no hacen nada.  Mira estas fotos, procésalas. Qué bonito la gente que cree en congregarse con una causa, qué bonito los rostros de esperanza. Qué bonita es la lucha en unión y la resistencia. Qué necesarios son los sueños y qué gran motor es a fe. Como ex alumna, estoy feliz de lo que estoy viendo pasar en la UPR. Como ciudadana, estoy dispuesta a aportar mi granito de arena. Yo quiero a Puerto Rico y por eso me honra estar en este espacio para servirte a ti y que estés tú aquí, creyendo también. Seamos velas y encendamos más.

Ada Álvarez

Directora de Puerto Rico Te Quiero

infoprtq@gmail.com

Photo Gallery


Sobre PRTQ
PRTQ

Todos los textos que se agrupan bajo esta firma son publicados por la redacción de PRTQ en colaboración con organizaciones, amigos o amigas de los movimientos comunitarios.


Únete a nuestra comunidad y apoya a PRTQ

Para continuar haciendo nuestra labor de forma económicamente sustentable, contamos con las contribuciones de nuestra membresía.

Por tan solo $5 al mes, nuestra membresía recibe un email mensual con un resumen de todos los artículos que publicamos ese mes, y tiene la habilidad de dejar comentarios en los artículos en nuestra página web y participar así de la conversación que generen nuestros y nuestras autores y autoras.