Durante la huelga de 2017 en la Universidad de Puerto Rico (UPR), un grupo de manifestantes realizó una protesta en una reunión de la Junta de Gobierno, celebrada el 27 de abril de ese año. La actividad formó parte de la presión del estudiantado, en momentos en que la administración de la UPR  buscaba aumentar los costos de matrícula.  La manifestación provocó la acusación de un pequeño grupo de estudiantes, quienes habían asumido la dirección del conflicto.

En el camino del proceso judicial, se destapó que las autoridades obtuvieron información de los estudiantes mediante sus redes sociales, la cual incluía tarjetas de crédito, numeración de cuentas en la red social Facebook y comunicaciones privadas. Las cuentas de miles de personas en dicha red social también fueron intervenidas como parte de un cuestionado proceso investigativo que buscaba identificar alegadas conexiones a los sucesos. Para esto, las autoridades solicitaron toda la información relacionada a las páginas de tres medios de comunicación: Diálogo UPR, Pulso Estudiantil y el Centro de Comunicación Estudiantil. La información evidenció que el Departamento de Justicia y la Policía de Puerto Rico continúan las prácticas de carpeteo  y rastreo cibernético. Ambas instituciones no han escatimado en recursos para este caso. La doble vara del Departamento de Justicia es sumamente preocupante. Cuando se piensa en los feminicidios del 2020 y el 2021, el chat de Telegram de la Manada Azul y el caso de estos estudiantes, da la impresión de que Justicia y la Policía de Puerto Rico esclarecen los casos que se les antoje.

Luego que el caso contra los ahora exalumnos de la UPR entrara en un callejón sin salida y fuera evidente el proceso de persecución selectiva, el Tribunal de Primera Instancia se vio obligado a desestimar los cargos contra los cinco jóvenes cuyo único delito fue reclamar que no se aumentara el costo de la preparación profesional en la universidad del pueblo. Recientemente se publicó que el Tribunal de Apelaciones revocó la determinación de la jueza Eloína Torres Cancel, reactivando así el proceso criminal contra estos cinco jóvenes profesionales.

A pesar que la jueza  Torres Cancel desestimó el caso argumentando que se violó el debido proceso de ley, el Departamento de Justicia insiste en buscar algún espacio por el cual hacer daño a quienes tuvieron el valor de denunciar las intenciones gubernamentales de destrozar el proyecto de educación más importante de Puerto Rico: la UPR. Como si las acusaciones, el carpeteo digital, la invasión a la privacidad y el detente provocado en las vidas profesionales de las personas acusadas por el proceso judicial no fueran suficiente, ahora se abre un nuevo capítulo en el intento de tronchar el futuro profesional del grupo de jóvenes.

La nueva embestida se da contra de uno de los acusados, Francisco Santiago Cintrón, graduado de la Escuela de Derecho de la UPR.  Luego de aprobar el examen de la reválida profesional durante el pasado mes, Santiago Cintrón se encontró con que la Comisión de Reputación, espacio adscrito al Tribunal Supremo y que forma parte del proceso de juramentación para la práctica del derecho en Puerto Rico, le impidió continuar sus aspiraciones de convertirse en abogado licenciado.

En una publicación en su red social, Santiago Cintrón expresó: “Este próximo 6 de febrero juramentará una nueva camada de futuros licenciados, licenciadas y licenciades del país. Entre ellas gente de la mejor calibre que se puede ofrecer. Sin embargo, hoy me informó la Comisión de Reputación que no juramentaré para dicha fecha dado al caso que se lleva en mi contra. Se me indica que las opciones que tengo de frente son llevar a cabo una vista formal donde debo pasar prueba sobre mi reputación o retirar hasta nuevo aviso mi solicitud de ingreso a la profesión. Indiferentemente de lo que decida, y en lo que a mí respecta, desde chamaco me enseñaron dos cosas que siempre he tenido muy presente. Primero, que la carrera no define a la persona y que la aspiración hacia quién uno es y desea ser hacia el futuro nunca se ancla en una profesión. Segundo, que te pueden quitar absolutamente todo menos lo aprendido.  Es decir, hagan lo que hagan conmigo, aquí lo que hay es lucha y sea donde sea que me encuentre haré lo que he estado haciendo siempre: poner de mi parte en la construcción de un futuro mejor. Hoy más que nunca me reafirmo: soy independentista, soy socialista, fui huelguista en la Huelga del 2017, tuve el privilegio de ser negociador para mi Recinto y hoy por hoy continúo trabajando en pro de la liberación de mi país. Termino, aunque sea de manera clichosa, con Betances: Querer ser libre es comenzar a serlo”.

Sin dudas, el proceso que enfrenta Santiago Cintrón es uno viciado y cargado en contra de un joven profesional que ha dedicado sus años de mayor productividad a la lucha por las causas justas y la autodeterminación de nuestro Puerto Rico. La persecución contra Francisco no se da en el vacío. A sus 26 años, Santiago Cintrón asumió la tarea de dirigir una organización independentista, provocar y promover discusiones entre grupos que luchan por un mejor país, coordinar actividades de protestas y organizar comunidades a lo largo y ancho de nuestro archipiélago.

Ciertamente, Francisco es un problema para aquellos que pretenden seguir robándole al país, porque constituye una voz refrescante a la centenaria lucha por la justicia social. A su vez, es un problema para el gobierno de Estados Unidos, quienes a todas luces pretenden seguir dando largas a la solución del problema colonial que nos afecta en todos los renglones de la vida cotidiana. Es un problema, porque gente como Francisco vienen a poner todos sus conocimientos y habilidades para hacer de Puerto Rico uno más justo. Al parecer, los grupos de poder no se han enterado de que prácticas como estas solo abonan al crecimiento de la rabia y el deseo de sacar a Puerto Rico de la ruta del pillaje y la corrupción. Al parecer, los grupos de poder, en su pequeña burbuja, no se dan cuenta que las elecciones del 2020 fueron más los que los repudiaron, demostrando así que este país comenzó su camino al cambio.

Sin dudas, Francisco es parte de ese cúmulo de gente que diseñará el nuevo Puerto Rico y lo que no saben, o no se han enterado los círculos de poder, es que Francisco no se quitará.

Desde Puerto Rico Te Quiero, respaldamos y nos solidarizamos con Francisco. Aquellos que atentan contra la justicia social y descolonización de Puerto Rico, sepan que tienen sus días en el poder contados. Puerto Rico cada vez repudia más sus acciones y abusos de poder.

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