El potencial económico de un Puerto Rico soberano

El potencial económico de un Puerto Rico soberano

Después de 123 años de dominio colonial de Estados Unidos en Puerto Rico, hoy vemos a una nación caribeña en bancarrota tratando de levantarse económicamente, mientras enfrenta el hecho omnipresente de que las colonias no están destinadas a desarrollarse, sino que su riqueza es extraída por el poder colonial. Siempre que alguien plantea la posibilidad de la soberanía de Puerto Rico, ya sea a través de la independencia o la libre asociación, los detractores promueven la percepción de que un Puerto Rico libre y soberano, que ya no está bajo el dominio colonial de Estados Unidos, no tendría la riqueza, la capacidad o los recursos para sostenerse y desarrollarse.

Esta percepción, arraigada en la mentalidad colonial, emana de la creencia racista de que los puertorriqueños son un pueblo inferior que nunca podrá gobernarse a sí mismo y debería estar agradecido por el dominio, la ocupación, la ciudadanía y la tutela extranjera estadounidense. Todas las potencias coloniales y sus colaboradores coloniales locales, promueven esta percepción en las colonias porque, en última instancia, consolida su dominio colonial, ya que es más fácil controlar a un pueblo cuando han aprendido, después de 123 años de educación colonial, despreciarse a sí mismo. Tales mitos y percepciones sobre la ineptitud de Puerto Rico para sobresalir y triunfar política y económicamente se han promovido durante más de un siglo. Damas y caballeros, como verán, estas percepciones son pura mentira y demagogia de aquellos que viven del “Puerto Rico no puede”.

Mis libros, “Desarrollo y Prosperidad: el éxito económico en un Puerto Rico soberano” y “Puerto Rico: Hacia una economía nacional soberana”, buscan destruir esta percepción y explican en detalle cómo Puerto Rico puede transformarse de una economía colonial dependiente y en bancarrota a una economía nacional próspera, estable, internacional e impulsada por las exportaciones, a través de los poderes y herramientas de la soberanía, ya sea como nación independiente o como nación soberana en una relación de libre asociación con los Estados Unidos.

Los libros tienen como objetivo educar a la nación puertorriqueña y a los estadounidenses sobre los beneficios, las oportunidades y el gran potencial económico que tiene la soberanía de Puerto Rico. Los libros explican, con datos actuales y proyecciones económicas, cómo Puerto Rico podrá generar miles de millones en ingresos adicionales para operar su gobierno nacional y también financiar proyectos y oportunidades de desarrollo socioeconómico que convertirían a Puerto Rico en una potencia económica regional en el Caribe y América Latina. Esencialmente, este libro finalmente contesta la pregunta: ¿De dónde obtendrá Puerto Rico los fondos para triunfar como nación soberana?

Los libros detallan cómo un Puerto Rico soberano, con sus propias políticas y sistemas económicos integrados de aduanas, tarifas estratégicas e inmigración en todos sus puertos de entrada, podría generar aproximadamente $12.5 mil millones al año – excelente si uno considera que el presupuesto operativo del gobierno colonial del Estado Libre Asociado es aproximadamente $9 mil millones (97.6 por ciento de estos fondos provienen de impuestos a las ventas, ingresos e impuestos corporativos en Puerto Rico, no fondos federales). Además de estas recaudaciones proyectadas desde las aduanas y los puertos del país ($12.5 mil millones), otras fuentes nacionales, entre varias, (detalladas en los libros) serian:

Cobros por aterrizaje y uso de facilidades por las aerolíneas $24,307,250
Cobros de sobrevuelo de aeronaves sobre el espacio aéreo puertorriqueño $124,804,750
Impuesto de 15% al Capital Expatriado $5.1 mil millones

 

Además, los libros establecen cómo los Estados Unidos envía $4.6 mil millones al año a Puerto Rico como “ayuda federal” mientras extrae aproximadamente $59.3 mil millones al año a través de las importaciones estadounidenses impulsadas por el mercado cautivo; la fuga de capital libre de impuestos; y los onerosos costos de la Ley Jones (la ley de cabotaje) que obliga a los puertorriqueños a subsidiar el costoso cartel de transporte marítimo de la Marina Mercante de los EEUU.

Estos datos les muestran a los puertorriqueños y al mundo cuán eficientemente el régimen colonial de EEUU extrae riqueza y a la vez crea pobreza y subdesarrollo en Puerto Rico. Irónicamente, esta es la misma pobreza que los detractores de la soberanía dicen que es la razón por la que Puerto Rico no puede obtener su soberanía.

El régimen colonial de los Estados Unidos crea la pobreza y luego dice que Puerto Rico es demasiado pobre para ser libre. Es como un esclavo al que no se le permite crear su propia riqueza y se le niega su libertad con la excusa de que es demasiado pobre para ser libre. Puerto Rico tiene el potencial de ser una nación rica y económicamente poderosa, si no estuviera bajo la autoridad fallida, corrupta y antidemocrática del dominio colonial estadounidense y la ocupación extranjera, como lo ejemplifica la Junta de Control Fiscal impuesta en nuestro país y que literalmente controla las finanzas y la economía de Puerto Rico.

Si bien algunos puertorriqueños están a favor de la estadidad y la dependencia prefieren la “igualdad en los fondos federales” (cupones de alimentos, etc.) que ofrecería la estadidad a cambio de su libertad, la mayoría de los puertorriqueños valoran su cultura y su identidad nacional, prefiriendo en cambio la “igualdad entre naciones” que la soberanía les otorgaría a todos los puertorriqueños.

Los libros también presentan un plan integral de desarrollo fiscal y económico nacional que permitiría a un Puerto Rico soberano generar hasta $63.4 mil millones al año, ingresos que convertirían a Puerto Rico en uno de los países más prósperos del Caribe y América Latina. Con un Puerto Rico soberano, los días de pobreza colonial, subdesarrollo y estar mendigando fondos federales del Congreso terminarían.

Sí, Puerto Rico actualmente es pobre y carece de un desarrollo económico adecuado, pero ¿quién controla actualmente la economía y los puertos de entrada de Puerto Rico? No Puerto Rico, sino los Estados Unidos y sus agencias federales. Las Trece Colonias también eran pobres bajo el dominio colonial británico y sólo como nación independiente, el incipiente “Estados Unidos” pudo sentar las bases de una nueva economía poderosa.

Por lo tanto, la falta de desarrollo económico de Puerto Rico está íntimamente ligada al estado colonial de Puerto Rico y las leyes federales que extraen miles de millones de Puerto Rico y nuestra economía. Estas leyes federales y políticas coloniales, como la Ley Jones, la Cláusula de Comercio Interestatal de la Constitución de los Estados Unidos y otras políticas federales nefastas, también obstaculizan el desarrollo económico de Puerto Rico y lo aíslan aún más de la economía internacional.

Tanto el “estado libre asociado” colonial como la estadidad (anexión) solo fortalecerían y consolidarían estas políticas federales y limitaciones económicas en Puerto Rico, garantizando que Puerto Rico no podría desarrollarse económicamente y se volvería dependiente de fondos federales, pagados por los contribuyentes estadounidenses. Dudo que los contribuyentes estadounidenses quieran gastar miles de millones de dólares para pagar y subsidiar la dependencia colonial en Puerto Rico, apoyar a su liderazgo colonial corrupto y pro-dependencia, y también tener que lidiar con una nación puertorriqueña desafiante que se niega a asimilarse e integrarse en la sociedad estadounidense. En esencia, para los puertorriqueños y los estadounidenses, la soberanía puertorriqueña y la emancipación nacional hacen sentido político y económico.

Si alguna vez se impusiera la estadidad en Puerto Rico, nuestra nación borincana se convertiría literalmente en “El Estado de la Pobreza” a medida que la economía de la isla se contraería, afianzando la pobreza para las futuras generaciones, y seriamos totalmente dependiente del Congreso de los Estados Unidos para mendigar más fondos federales año tras año. Lamentablemente, los gobernantes y los políticos colonialistas en Puerto Rico promueven tales políticas pro-coloniales y pro-pobreza para así mantener las estructuras coloniales que les dan poder y riqueza local a través de la corrupción y el bipartidismo colonial.

Hay un camino diferente, el camino de la soberanía y el desarrollo económico. Para llevar a Puerto Rico por el camino del crecimiento y el desarrollo económico, los puertorriqueños en Puerto Rico y en la diáspora deben aprovechar las oportunidades y la dignidad de la soberanía y dejar atrás la época del colonialismo y la corrupción colonial. Afortunadamente, más puertorriqueños (como lo indican las tendencias de creciente apoyo electoral) se están dando cuenta de que la soberanía es el camino a seguir y a aspirar, no solo para defender el futuro de la nación puertorriqueña y establecer una república libre y democrática, sino también para crear la economía nacional exitosa que nos merecemos.

Además de educar a los puertorriqueños y a otros sobre la viabilidad económica de la soberanía, los libros muestran cómo otros países pequeños están aprovechando sus ventajas geográficas, políticas, económicas y de capital humano para ser países influyentes en la economía internacional, particularmente en esta nueva época de la globalización.

Con soberanía, Puerto Rico finalmente tendrá acceso a los mercados globales y podrá forjar y establecer una verdadera economía nacional basada en la producción y las exportaciones, no en las dádivas coloniales y la dependencia, para así por fin sacar al país de la pobreza colonial e insertarse plenamente en la economía internacional para el beneficio de toda la nación puertorriqueña. Estos libros muestran el camino hacia la libertad que Puerto Rico debe tomar para asegurar su futuro como nación y su éxito económico en el mundo.

* Javier Hernandez es un escritor puertorriqueño, activista pro-soberanía nacional y autor de varios libros: “Desarrollo y Prosperidad: el éxito económico en un Puerto Rico soberano”; “Puerto Rico: Hacia una economía nacional soberana”; y “PREXIT: Forjando el camino a la soberanía puertorriqueña” los cuales están disponible en Amazon.com, Libros787.com, Casa Norberto, Librería Laberinto, La Casita Books y otras librerías del país. Twitter: @PRexitBook

*La versión original de este artículo fue publicado en Mano Magazine el 28 de noviembre de 2021.


Sobre Javier A. Hernandez
Javier A. Hernandez

Javier A. Hernández es un autor, escritor, empresario, asesor y defensor de la soberanía y la descolonización puertorriqueño radicado en Nueva Jersey y Puerto Rico.


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