La visión electoralista y sectaria de los partidos tradicionales PNP-PPD en Puerto Rico, ha sido la camisa de fuerza histórica, para poder implementar un plan abarcador de justicia social y por la descolonización.

Ante esta realidad, el cambio va, a través de una “Alianza de País”, con electores de todas las preferencias de estatus. Esta se convertirá en la única esperanza real de derrotar al PNP-PPD en las tres papeletas, para un pueblo hastiado de la corrupción y el pillaje.

La Alianza de País debe ser mucho más que un “junte de candidatos” o el apoyo a algunas candidaturas selectivas. También debería ser más que la suma de partidos que coinciden extensamente en términos programáticos como el PIP y el MVC.

Debemos impulsar una verdadera alianza de las fuerzas por el cambio, y estas deben representar mucho más que la suma aritmética de partidos. Esa visión debería ser la guía al negociarse cualquier esfuerzo unitario para acabar con el bipartidismo corrupto.

Atrás debemos dejar las antiguas estrategias de que sólo fortaleciendo nuestra colectividad es como se avanza hacia la libertad política y el mejoramiento de nuestra calidad de vida. Hay que superar la noción sectaria de que el motor de nuestro devenir político es exclusivamente el de nuestra bandera partidista.

La apertura del PIP a “concertar fuerzas” con el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y los aguerridos Movimientos Sociales, es una gran esperanza que no debe restringirse a un voto por Juan Dalmau para gobernador y un voto por Manuel Natal como alcalde de San Juan.

Debemos subordinar los intereses partidistas a las aspiraciones unitarias del pueblo. Por ejemplo, la posibilidad real de un cambio más profundo a través de una “Alianza de País”, que logre derrotar al corrupto y desprestigiado bipartidismo neoliberal PNP-PPD, en las tres papeletas. 

Al hablar de “desprendimiento” de parte de las fuerzas que retamos el bipartidismo, todas las partes deben hacerlo con total honestidad, con transparencia y apego a una ética superior, alejada de los oportunismos que caracterizan a la vieja política.

Los esfuerzos conjuntos del PIP y el MVC para retar la ley electoral que sostiene al régimen bipartidista, nos señalan el camino. Fortalecidos por la unidad de propósito, y con la meta clara de que el enemigo común solo lo podemos derrotarlo unidos. Cada cual con su visión pero con una meta común a la que se aportan recursos de manera honesta y desprendida.

El pueblo tiene muchas esperanzas cifradas en que las negociaciones para la creación de una verdadera alternativa al bipartidismo PNPPD, se ponga a la gente por delante de los estrechos intereses partidistas y rindan fruto.

Ojalá y las personas que negocian esa posibilidad, miren más allá de sus fronteras partidistas y apoyen la creación de una Alianza de País. El pueblo de Puerto Rico se lo agradecerá.

Sobre José 'Papo' Coss