por Liliana Cotto Morales

El 8 de abril conmemoramos el nacimiento en Cabo Rojo (1827) del Padre de la Patria puertorriqueña y uno de los “fundadores de la medicina académica”.[i] A propósito de su cumpleaños y muy a tono con la pandemia que estamos sufriendo quiero destacar un aspecto poco conocido del prócer: su aportación como médico práctico y como investigador médico.[ii]  El laboratorio que le preparó para esa tarea dual que caracterizó al Dr. Betances fue el brote de cólera que azotó la isla de 1855-56.

Betances obtuvo su título de doctor en medicina y cirugía de la Universidad de París, Escuela de Medicina en abril de 1856. Presentó sus credenciales al Ayuntamiento de Mayagüez el 19 de mayo de 1856.  Trajo consigo lo más avanzado de las grandes corrientes de la medicina y la ciencia europea. El Regidor José Antonio Ruiz Gandía… elaboró las prevenciones necesarias para el brote con José Francisco Basora como médico titular y Ramón Emeterio Betances como cirujano interino de sanidad.

La plaga se manifestó en Naguabo, Mayagüez, Ponce y otras “villas”. Murieron alrededor de 25,820 personas. La mayoría fueron pobres: jornaleros de libreta y esclavos. La administración dividió la” villa” en secciones, asignándole el norte a Basora y el sur a Betances. Allí creó un campamento para atender a los empobrecidos, Además, se crearon cordones sanitarios para proteger las villas y se organizaron brigadas para atender enfermos y muertos. Muchos de los cementerios ‘ colerientos” de los pueblos se convirtieron luego en los cementerios municipales.

El compromiso de Betances con los pobres generó críticas. No daba prioridad a los españoles ni a los soldados. La epidemia dramatizó, frente a los ojos del joven médico, el coloniaje y la pobreza que sufría la población. Se difundió la imagen de quien luego sería el Padre de La Patria, como el médico que fatigaba cinco caballos para atender a los pobres y los negros. Se le conocía así, como el médico de pobres y negros. En las actas municipales de Mayagüez se encuentra el reconocimiento que hizo el Ayuntamiento a Betances: “no dejó un solo instante de ser útil al vecindario, sobre todo a las clases menesterosas.”

Se ganó el amor del pueblo. Inició su actividad con las sociedades secretas abolicionistas. Comenzó también su apoyo a las luchas por la restauración de la República dominicana. Cuando fue perseguido por el gobierno español la gente lo protegió. En 1858 las autoridades españolas le obligaron a salir de Puerto Rico por su activismo abolicionista. Regresa a París junto al Dr. Basora y se instaló en el Quartier Latin. Coordinó con ilusión y con su media hermana, la llegada a París de su prometida María del Carmen (Lita) Henri Betances. Se inicia así una romántico- trágica historia de amor y pérdida que amerita otro escrito.[iii]

Posteriormente, ya desterrado en París, entre 1872 y 1887, difunde importantes trabajos de investigación médica. Sin embargo, su actividad fundamental fue la medicina práctica. Atendió pacientes con diversas condiciones y escribió sobre ellas: Obstetricia, oftalmología y técnicas quirúrgicas, Tratamiento de condiciones médicas terapéuticas, técnica quirúrgica de urología, cólera, salud pública, ginecología. En 1889-90 fundó el Etablissement Médical des Eaux  Azotées para ofrecer azoterapia, el uso de aguas nitrogenadas para enfermedades de garganta, pecho, estٔómago y otras áreas. En 1887 su excompañero de estudios profesor León Labbé presenta a la Académie de Médecine de France el escrito de Betances sobre el tratamiento de la elefantiasis.

La experiencia en el tratamiento de la cólera, unida a otras investigaciones fueron la base para escribir en 1884 El cólera:  Historia y medidas profilácticas. Síntomas y tratamiento. Explica las causas de la enfermedad y establece directrices para evitarla. Lo vuelve a publicar en 1890 para contribuir a eliminar un brote de la epidemia en varios países latinoamericanos. En la Introducción a esa publicación, Betances escribe: “Quedaré recompensado de mi trabajo si llega ser de alguna utilidad en América; pues para la América sobretodo fue que se hizo esta publicación”.

Celebremos hoy la ruta de Betances, sus prioridades y compromisos como patriota, periodista, literato y otras, pero también como médico e investigador que trató y estudió para Puerto Rico y las Américas la epidemia del cólera. Encontraremos guías pertinentes para la pandemia hoy.

REFERENCIAS

[i] Cancel Sepúlveda, Mario. 1988. Betances y la epidemia del cólera. Revista/Review Interamericana. Otoño-Invierno, vol. VIII,no. 3-4. pags.133-134

[ii] Rodríguez Vázquez, Eduardo. 2008. Ojeda Reyes, Félix y Paul Estrade eds. Obras Completas Vol. I Escritos Médicos y científicos,

[iii] Cotto Morales, Liliana. 2015. Mapa Biográfico Ruta Betances.

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