Ante el paro del 1 de mayo: parar, pensar, actuar

Ante el paro del 1 de mayo: parar, pensar, actuar

El 1 de mayo puede ser, lejos de una demostración de catarsis colectiva, el primer paso a que construyamos a Puerto Rico juntos. A los que me leen les pido un gran favor. Lean esta reflexión hasta el final, y si les parece que aporta compártanla lo más que puedan.

Probado está que la Inteligencia Emocional es la clave de cualquier gestión exitosa. En momentos definitorios, como los que estamos, el uso correcto de las herramientas de la IE serán claves para que lo que hagamos, como el paro del 1 de mayo, pase de ser una catarsis colectiva a la construcción conjunta de un mejor futuro. Es necesario que hablemos de los tres pasos esenciales de la IE: Parar, Pensar y Actuar.

Paremos y pensemos sobre el momento actual. Si no somos capaces de dar una extraordinaria muestra de fuerza y poder de indignación el 1 de mayo, morimos. El país se las juega todas en estos días. Si nos mostramos pusilánimes, nos aplastarán. La suprema definición de la que hablaba don Pedro Albizu Campos está sobre el tapete a cada instante en el Puerto Rico de hoy. Pero… los que decimos amar y luchar por este país es necesario que repasemos y repensemos las cosas en las que creemos. También debemos preguntarnos qué hacemos por esas cosas en las que creemos.

Primero debemos estar claros en lo que está pasando. Esa reflexión la hice al escribir el libro La Vitrina Rota, y la resumo: este país, que fue tomado de forma violenta en 1898 para ser explotado como colonia, y ha tenido, además, que enfrentarse al resultado de las acciones de gobernantes irresponsables como administradores, a actos de corrupción sin precedentes, a un sistema político que nos ha mantenido en la nada, donde no se resuelve nada, a una clase política que solo piensa en las próximas elecciones para vivir del inversionismo político, y a una ideología neoliberal que conduce a la extrema pobreza a la inmensa mayoría de nuestro pueblo, ya no da más.

El resultado de lo anterior es una tormenta perfecta que nos azota en este momento. El poder colonial, o sea, el Congreso de los Estados Unidos, para no poner en peligro el negocio que significan los aproximadamente $40 billones que les deja en ganancias anuales (lo que se llevan menos lo que dan) la colonia, ha impuesto una Junta de Control Fiscal que vela por salvar lo salvable para los intereses de Wall Street. Las medidas planificadas por la Junta, en complicidad con el gobierno de Ricardo Rosselló, son draconianas, como auguró el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz. Esto quiere decir que el resultado de las mismas no harán crecer la economía, expulsarán del país a miles de puertorriqueños, empobrecerán más a los que se queden, se liquidará el principal centro de educación universitaria y le venderán nuestro patrimonio a los millonarios que vendrán a disfrutar del país que una vez fue nuestro.

La reacción en el país, a este panorama antes descrito, es variado. Los dueños de los principales medios de comunicación, prensa, radio y televisión, como era de esperarse, se han alineado editorialmente con la Junta, la presente administración y sus propósitos para salvaguardar sus intereses económicos particulares.

El principal partido de oposición, el Partido Popular Democrático, está en una lucha interna, entre los que han decidido aceptar el territorio, o sea, la colonia como está, y los que plantean la soberanía. El colmo de la enajenación que produce esa lucha es que el día en que la Junta anuncia sus planes draconianos desde Nueva York, donde se desmantelan las corporaciones públicas que fueron la base del desarrollo económico del Partido Popular de los años 40, un grupo de ese sector colonialista del PPD llamó a una conferencia de prensa para quejarse de que en la ley 938, le quitaban el 25 de julio como día de fiesta ¿En serio? ¡Y no dijeron nada sobre los derechos de los trabajadores atropellados por dicha ley! Se olvidaron que el Pan, Tierra y Libertad tenía su base en la clase obrera del país.

Además de los medios y el principal partido de oposición, tenemos a la mayoría del pueblo observando temeroso, confundido, frustrado, lo que sucede, sin saber qué hacer. Muchos se conforman con comentar en las redes sociales. Otros esperan a ver si ocurre un milagro. Demasiados optan por no enterarse.

Solo los estudiantes se han lanzado a protestar, como han podido, con los escasos recursos a la mano que han tenido, con lo que les dicta su experiencia y juventud en este momento.

Algunos en los medios de comunicación y en las redes sociales han criticado la forma en que los estudiantes se han manifestado. Sobre eso quisiera decir algo que espero se me entienda. Hay quien critica para atacar, destruir, criminalizar y combatir el movimiento estudiantil. Con esos voy más adelante. Pero creo que desde la solidaridad, el apoyo y la lucha hay que mantener una actitud crítica para que las manifestaciones que conducen, sacando la cara por el pueblo de Puerto Rico, sean enfocadas y lo más efectivas posible.

Comparto una crítica dentro de ese espíritu del ex líder estudiantil Roberto Alejandro:

“La resistencia universitaria nos convoca a todos los que dentro y fuera de Puerto Rico deseamos otro país. También nos provoca a considerar lo inexplorado. Y desde la distancia de la diáspora es posible articular ideas que, en un espíritu constructivo, nos muevan al menos a tientas entre la niebla de lo incierto. Extraña mucho que el estudiantado aprobara, con inusitada celeridad, una huelga sistémica indefinida. No parece prudente recurrir al último cartucho en un proceso que corto no será. Quizás paros escalonados en distintos recintos hubiesen dado la oportunidad de organizar y persuadir a los no convencidos, especificar mejor las propuestas, educar a la opinión pública, moverse a la calle, exigir negociaciones con la Junta, y todo ello manteniendo la huelga indefinida como arma mayor de presión. Se optó por el método máximo y habrá que ver las consecuencias.”

Enid Martí, de San Juan, escribe en la sección de cartas del Nuevo Día una crítica constructiva al movimiento estudiantil al decir: “Apoyo la manifestación de los jóvenes universitarios y sus causas. Ha sido el único grupo de este país que se ha manifestado sobre el atropello de la Junta de Supervisión Fiscal hacia Puerto Rico.” Y a renglón seguido expresa que la manifestación de animosidad contra la presidenta interina de la UPR es equivocar el foco pues hay puntos de convergencia entre la posición de los administradores de la UPR y los reclamos de los estudiantes que debieran trabajarse con madurez emocional.

Comentarios constructivos como estos deben ser acogidos por el liderato estudiantil como parte del diálogo fraterno y de la dinámica de lucha. Con los que no puedo es con aquellos que simplemente critican por criticar. Si no les gusta cómo los estudiantes protestan, tírense a la calle y protesten como se supone que sea. Arrebátenle con acción el liderato de lucha que llevan los estudiantes. A ver si el gas pela o no pela. Es muy fácil criticar desde las redes sociales, en la comodidad de nuestra casa, viendo un noticiario en televisión, Ipad en mano. Desgraciadamente la mayoría de los que están en desacuerdo con lo que está pasando en el país han limitado su expresiones de indignación y coraje a un post en las redes sociales.

Yo creo en la no violencia, punto. También estoy convencido que en la medida en que no actúo como los que ostentan el poder, yo gano; y cuando me parezco a ellos, en actitudes y acciones, pierdo. Creo en no ofender la dignidad humana del que no piensa como yo. Y creo que mantener la ecuanimidad en momentos en que se nos empuja y se nos atropella es la mayor demostración de fuerza. Ahí estriba la fuerza del detenerse, pensar y actuar que nos da la Inteligencia Emocional.

Me indignan las expresiones hipócritas de los que critican a los estudiantes y no se rasgan las vestiduras cuando es el presidente Trump, o el Congreso, o la Junta de Control Fiscal la que nos atropella. Escuchaba los otros días a un descabellado analista vomitar su desprecio contra los estudiantes que “irrumpieron violentamente en la reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad, le restringieron la libertad a la Presidenta y a los que allí estaban, la obligaron a firmar un acuerdo a la fuerza, le ofendieron la dignidad de los presentes. Esos revoltosos, añadía, se han apoderado de la UPR como si fuera de ellos. Esas no son prácticas ni universitarias ni democráticas, concluía.

El problema que tengo con esa crítica es que quienes la hacen pretenden desconocer la forma violenta en que irrumpió en el país el imperio estadounidense el 12 de mayo de 1898 cuando mataron e hirieron civiles en un bombardeo indiscriminado a la ciudad de San Juan. Los actos de violencia contra la población puertorriqueña fueron y siguen siendo innumerables. La Masacre de Río Piedras, La Masacre de Ponce, el bombardeo de la Guardia Nacional en Jayuya y Utuado en 1950, el Cerro Maravilla, los asesinatos de Carlos Muñiz Varela y Santiago Mari Pesquera, etc, se han dado con el visto bueno de los que antes y hoy se cantan defensores de la Ley y el Orden.

La restricción de la libertad es el acto perenne en que el imperio estadounidense mantiene a la población puertorriqueña. El General Miles lo dijo desde su llegada a Guánica, todo lo que el imperio traía de beneficios era siempre y cuando fuera compatible con la ocupación militar. A este pueblo se le obligó a firmar una supuesta Constitución que fue mutilada en el Congreso cuando hicieron que los constituyentes quitaran una sección que, precisamente hablaba de los derechos humanos reconocidos por las Naciones Unidas. La dignidad de los presentes en este país ha sido ofendida vez tras vez, la más reciente con un Twitt del presidente Trump y poco antes con la imposición de la Junta de Control Fiscal. Se han apoderado de la UPR como si fuera de ellos, le reclama el analista de marras a los estudiantes, como si Estados Unidos y Wall Street no se hubieran apoderado ya de las finanzas de nuestro país, como si fuera de ellos, de las pensiones, de los planes médicos, de las becas, de cuánto dinero haya para saciar sus intereses mezquinos. Y la expresión que culmina la crítica y colma la copa es que “esas no son prácticas democráticas”. Como si la imposición de la Junta, por encima de la legislatura y el gobierno electo fuera una práctica democrática digna de admirar.

El 1ro de mayo el pueblo de Puerto Rico que se respete a sí mismo se tiene que tirar a la calle, por nuestro presente y por nuestro futuro. A esos que critican el paro, les digo: Si tú no te levantas, ¿quién va a protestar por ti cuando te quiten la pensión, por la que has trabajado para disfrutar tu retiro y seguir manteniendo tu familia, cuando te suban las multas, cuando te aumenten las tarifas del agua y la luz, cuando tu carro caiga en un hoyo y no tengas a quien reclamarle, cuando por cada carretera privatizada que pases tengas que pagar peaje, cuando a tus a tus hijos y viejos le falten las medicinas, y peor aún, le falten los médicos que los atiendan porque se han ido del país, cuando las playas sean privadas y las tierras protegidas ecológicamente se conviertan en un campo de golf, cuando te recorten el bono de navidad y los días por vacaciones, cuando haya cada vez menos y menos escuelas, cuando miles y miles de estudiantes pobres no puedan tener una educación universitaria, cuando los artistas puertorriqueños que siempre sacan la cara por las causas nobles no tengan apoyo a sus gestiones artísticas, cuando, ante el aumento de la pobreza, se disparen los asesinatos y los asaltos, cuando las pequeñas empresas comiencen a cerrar porque no pueden con los costos de energía, cuando ya el país, al que le han chupado el jugo, en medio de una crisis humanitaria, sea tirado a la basura como bagazo? Tú tienes la palabra.

Aquellos que desde la Milla de Oro observarán la marcha desde arriba, pensando que la crisis no les va a tocar, les recuerdo que somos nosotros los que mantenemos sus bancos, sus empresas, sus seguros, sus servicios y que si no tenemos dinero para consumir, sus negocios no subsistirán.

El 1 de mayo, ya el Gobierno de Rosselló ha lanzado una advertencia provocadora contra los que vamos a manifestarnos. No nos dejemos provocar. Ese día Paramos, Pensamos y Actuamos de acuerdo a los objetivos comunes y los que adelanten la lucha. Y si actuamos con la Inteligencia Emocional que los Rivera Guerra de la vida no tienen, TRIUNFAREMOS!!!!!

Por: Silverio Pérez


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