Nos ayudan, nos ven crecer, nos ven cada día mejorar… no solo en la salud, o la educación, nos transforman en personas independientes. Estas son las palabras de Andreina Hidalgo, joven que desde los dos años recibe servicios de SER de Puerto Rico.

La imagen de los niños y jóvenes de SER es relativamente conocida en Puerto Rico, así que no parece imprescindible entrar aquí en los pormenores de su condición física o los retos que le haya tocado en la vida a partir de ésta. Parece más importante hablar en vez de su sabiduría, de su valentía, de su generosidad…

De cómo en el 2013 tuvo que enfrentar un segundo gran reto cuando “a mi mamá le dio un “stroke” y se quedó sin poder caminar, o hablar… ahora no era solo una persona con necesidades en la casa, ¡eramos dos!”.

En ese momento… “SER nos abrió la puerta”. Para ella fue una gran suerte que tanto ella como su madre pudieran recibir tratamiento en el mismo sitio, sobre todo por las limitaciones físicas de cada cual.

Andreina también  resalta el apoyo emocional: “SER nos ayudó a cómo enfrentar esa pérdida. Porqué una pérdida no es solo cuando se muere alguien es cuando se pierde algo de ti.”

Y es precisamente esa lucidez y ese autoconocimiento que Andreina ha generado a partir de recibir terapias tanto físicas como psicoemocionales desde niña que ahora se volvieron en una herramienta para ayudar a su mamá en su momento difícil. Porque, según cuenta, de alguna forma ella ya había pasado por las pérdidas que enfrentaba su mamá luego del infarto.

Y fue esa lucidez y conocimiento el que trajo a las pasadas vistas públicas que llevara a cabo el Senado de Puerto Rico en torno a los cortes presupuestarios a las organizaciones sin fines de lucro.  Ante una sala repleta de gente, y varios Senadores expuso cómo SER le ha cambiado la vida, y para bien.

Le ha proveído, como dice ella, no solo salud y educación, sino la oportunidad de ser independiente. De ser alguien que no sólo puede soñar con ser maestra de música para niños con necesidades especiales, sino que ya está trabajando para eso en la Universidad del Sagrado Corazón.

Sobre Diana Soto de Jesús